No es ningún secreto que los vinilos no siempre fueron los favoritos de todos. Fue una forma de grabar y escuchar música revolucionaria para aquella época (aprox. 1880), algo que las generaciones de hoy en día jamás entenderán, incluso los discos quedaron viejos para los adolescentes de hoy en día.
Pero por suerte, no han quedado obsoletos. Si bien con la creación del casete, las radios portátiles, más tarde los CD y USB se esperaba que la música en formato vinilo quedara completamente atrás, es un arte que, sobre todo para los muy fanáticos de la música, no ha pasado de moda. Sobre todo desde que el tocadiscos se reinventó y se crearon formatos más accesibles y transportables.
Un fiel creyente de que el vinilo jamás morirá es Claudio Rubio (50) , dueño del "Local 54" ubicado en el Persa Bío Bío. Si bien al principio comenzaron vendiendo CDs pronto migraron hacía el gran amor del coleccionista: los vinilos. Hace 6 años que se cambiaron de sector dentro de la feria del barrio Franklin. Todos los sábados espera a sus clientes con discos nuevos y los más "regalones" como les dijo él, ya saben donde encontrarlo.
"Local 54" la historia
"Acá hay de todo, hay jazz, salsa, latino, rock y pop... ¡Rock & Pop!" bromea entre risas. Sobre todo destaca que le es fiel a sus clientes y, que a pesar de sus gustos personales, siempre tiene una surtida variedad de clásicos de casi todas las épocas. "Generalmente tenemos del año 50 hasta el 98, no tan actual".
Para Claudio Rubio ser fan de la música es algo un poco obvio. Ni bien salió del colegio se puso a trabajar en la feria del disco, donde cultivó su amor por el rubro. "En mi caso es algo de herencia", afirma con orgullo. Su hermano trabajaba en un "topless" donde estaba a cargo de la música, su mamá por su parte, era tanguera y "siempre tuvo discos en la casa". A pesar de las preferencias de la familia Rubio, el coleccionista se interesó por el funky "más que nada por el ritmo, la variedad que había y las diferentes etapas que ha tenido", asegura.
Anteriormente estaban en un galpón con un espacio más pequeño donde "Local 54" dio sus primeros pasos. Pero para la suerte del negocio, el vendedor de vinilos prosperó y hace 6 años que se encuentra en un lugar con más espacio. Sus clientes fieles lo siguieron hacia la nueva ubicación más moderna y espaciosa que crece junto con el mismo Persa.
Dentro de sus cajones llenos ordenados llenos de discos se podía apreciar varios de diferentes géneros, tal y como promete Rubio. Rod Stewward, King Curtis, The Technos, Go For It, recopilaciones de éxitos de Jazz, y Tony Lewis eran algunos de los vinilos que los fanáticos estaban ojeando.
El público de "Local 54" se podría definir como "amante de los clásicos". Dentro de los cientos de vinilos que estaban en el lugar, no se podían apreciar nuevos éxitos de artistas muy recientes, pero esto no impedía que el local estuviese lleno y con una fila de gente esperando para ver que trajo de nuevo Claudio Rubio ese sábado de feria.
Más pandemia, nuevos vinilos
El Persa Bío Bío estuvo cerrado en varias ocasiones durante la pandemia. Primero durante siete meses, donde muchos pudieron reinventarse y Rubio fue uno de ellos. El coleccionista siguió ejerciendo en su rubro a través de su página de Facebook y realizaban envíos a través de diferentes empresas como Starken y Chilexpress.
"Local 54" es de los pocos que cuenta con aforo controlado dentro del Persa. Tiene generalmente dos empleados que abren y cierran las cuerdas dentro del lugar para que la gente sea contada constantemente. Cuando Claudio llega a su lugar de trabajo los sábados por la mañana ya hay gente haciendo fila esperando para ver lo nuevo que el coleccionista trajo.
Según él la mayoría de los que van por la mañana son conocidos que ya conocen más o menos el perfil de los vinilos del lugar. "Más que clientes, son amigos", asegura el dueño. A pesar de las amistades, sigue respetando los protocolos del Minsal sobre el uso de mascarilla, alcohol gel y aforos dentro de su tienda de discos.
¿Cómo llegar?
¿Quién no se ha desorientado dentro del Persa Bío Bío? Un buen dato es cómo llegar hasta este lugar. Una vez que se llega a la intimidante feria de galpones, Rubio explica que no es muy difícil encontrar "Local 54". "En Víctor Manuel con Bío Bío está la zona de los galpones, el mío es el local número 4 dentro de la zona". Asegura que depende de por donde uno entra al sector, pero que no es difícil de encontrar siguiendo la numeración, además de que todos los vendedores, de vinilos o no, saben cuál es el "galpón de los vinilos" donde hay más que solo el suyo.
Precios por vinilo
Tanto presencial como en la página de Facebook los precios de la tienda son en promedio de 8.000 pesos. Según el dueño un 70% de ellos cuestan eso, mientras que hay algunos más baratos y otros más caros.
"Bueno, bonito y barato" es la promesa de este coleccionista que cumplió su sueño de un local propio y que asegura que en "Local 54" podemos encontrar de todo. Sin duda para los oyentes de la 94.1 (radio Rock & Pop) este lugar es el indicado para explorar clásicos de la música que no tienen fecha de caducación.