Este 2022 ya se cumplen 10 años desde que la música perdió una de sus voces más importantes: Whitney Houston. La legendaria cantante, una de las más exitosas en la historia, falleció un 11 de febrero del 2012 en lo que fue todo un golpe para la industria.
Además, las condiciones en la que ocurrió, hicieron que esta partida fuera aún más dolorosa. Pese a que inició su carrera como una de las voces que motivaba a la gente a salir a bailar, sus últimos años habían sido complejos y debió batallar con los traumas de un vida de violencia y abusos.
Sumado a la percepción un tanto mixta sobre su carrera. Y es que pese a su popularidad, la cantante tenían muchos detractores que identificaban una "crisis de identidad" asociada a su carrera. Sin embargo, a 10 años desde la partida de Whitney Houston, las lecturas han ido cambiando.
En 2018 se estrenó el documental Whitney, filme que lidia con los altibajos de su vida y carrera. En este, además de celebrar su enorme éxito, también se explora cómo su vida se vio afectada por la percepción negativa de su comunidad y el rechazo que sintió.
Cuando Whitney Houston cuestionó su identidad
Whitney Houston batalló gran parte de su carrera con la imagen que el resto tenía de ella. Y es que mientras las listas la celebraban y cada vez parecía tener más fanáticos, la artista sufría por lo que sentía como un rechazo por parte de su propia comunidad.
Así lo relato la misma Whitney Houston en su documental homónimo, una mirada fundamental a 10 años de su partida. En este, expresa su frustración de sentirse ajena a la comunidad afrodescendiente por la cantidad de fanaticada blanca que consumía su música, que cada vez parecía más cercana al pop.
Cabe recordar que Whitney siempre estuvo inspirada en géneros como el gospel y el soul, música que nació desde las comunidades afro y que se representan de gran manera en su álbum debut. Sin embargo, durante los ochenta adoptó un sonido más pop que algunos percibieron como su intento de ser aceptada por la audiencia blanca.
"A veces es como si fuere: 'No eres lo suficientemente negra para ellos. No eres suficientemente R&B. Eres demasiado pop. La audiencia blanca te ha arrebatado de ellos'", lamentaba Whitney en el documental sobre su vida.
Y es que múltiples artistas afrodescendientes han enfrentado este dilema. Desde pianistas clásicos como Don Shirley, a estrellas del pop como Michael Jackson y Mariah Carey, parece ser un constante debate entre las figuras afro que entra en el mainstream.
Y es que para muchos, daban un paso al costado de la comunidad y a los problemas que enfrentaban, centrándose en una música pop de más sencillo consumo. Sin embargo, para Whitney esto era mucho más complejo, pues tanto el soul como el pop era lo que ella amaba.
La noche que el drama llegó a su peak
En 1989, Whitney Houston era una de las mujeres nominadas en los Premios Soul Train, que celebran lo mejor de la música afrodescendiente. Tras mencionar su nombre, la audiencia no reaccionó como muchos esperaban.
Anita Baker fue la ganadora de la noche, pero la gente abucheó con la sola mención de Whitney, mostrando su rechazo por "venderse" a la audiencia blanca. Aunque no lo reveló en su momento, esta noche afectó directamente a cómo Whitney Houston se percibía a si misma y su identidad.
"Creo que ella jamás se recuperó de eso. Fue una de esas cajas que se marcaron, que últimamente terminó por marcar todas las cajas", aseguró su saxofonista Kirk Whalum. Y es que este rechazó sin duda abrió heridas en la artista.
Afortunadamente, a 10 años de su partida, la música de Whitney Houston cobra una nuevo sentido. Por un lado, está su característica voz que brillaba mejor en el soul y la energía gospel con la que creció. Sin embargo, muchos también la celebran por ese pop optimista con el que animó a miles y miles a bailar durante los momentos complejos. Como muchos de nosotros, Whitney estaba llena de complejidades y no podrá ser jamás reducida solo a una categoría.