Si bien George Harrison, el exmiembro de The Beatles, adoraba el proceso de hacer música, también la odiaba. Esto luego de que la industria musical anulara un poco su alegría tras un incómodo altercado junto con la experiencia ganada durante los años de su carrera.
La demanda que recibió el músico por plagio
Luego de que estrenara su canción My Sweet Lord y de que tuviera gran demanda, a George Harrison se le abrieron un poco más los ojos acerca de la industria de la música tras un polémico altercado. Esto ya que la editorial de The Chiffons, Bright Tunes Music, notó las similitudes con He's So Fine y demandó al músico por plagio, algo que tardó años en solucionarse.
Incluso, el exgerente de George Harrison, Allen Klein, compró la compañía en 1976 luego de que este lo despidiera, vengándose de alguna forma. Ese mismo año, declararían culpable al fallecido artista por "plagio subconsciente", obligándolo a pagar $1,6 millones de dólares.
https://www.youtube.com/watch?v=ujfJpKV2McQ
¿Qué era lo que odiaba George Harrison de tener hacer música?
Tras el incidente, George Harrison incluso reveló que perdió el deseo de tocar la guitarra en un momento. “Estoy un poco fuera de contacto con la música”, dijo a Rolling Stone en 1979.
“Hay ciertos artistas que siempre me gusta escuchar, pero no escucho mucho la radio. Me acabo de salir de todo eso, 'lo esquivé', como dicen los ingleses. Todos los demás no se dan cuenta, porque si tus discos anteriores todavía se escuchan en la radio, la gente no se da cuenta de que realmente no estás allí. Pero me cansé de todo eso”, añadió.
Luego de su gran fama mundial, destacarse dentro de la escena ya no estaba en sus planes durante esa época. “Realmente, todo se reduce al ego”, siguió George Harrison.
“Tienes que tener un gran ego para seguir esforzándote por estar en el ojo público. Si quieres ser popular y famoso, puedes hacerlo; es muy fácil si tienes ese deseo del ego. Pero la mayoría de los deseos de mi ego en cuanto a ser famoso y exitoso se cumplieron hace mucho tiempo”, agregó el músico.
Pero otro tema que George Harrison odiaba de hacer música fue la autopromoción constante de sus obras. Esto porque “Una parte de lo que pasa cuando te sales de todo eso, es que te conviertes en parte del marco general del negocio. Y yo estaba un poco aburrido de eso. Si escribo una canción y la gente piensa que es agradable, por mí está bien; pero odio tener que competir y promocionar la cosa. Realmente no me gusta la promoción”.