2022 finalmente será el año cuando se lance la primera de las secuelas de Avatar, la tan popular película de ciencia-ficción de James Cameron. Sin embargo, también existen dudas respecto a las cintas, considerando que han pasado más de 10 años desde la primera entrega. Ahora, el mismo director reconoció lo riesgoso que es este proyecto.
En conversación con Entertainment Weekly, James Cameron habló sobre las tan esperadas secuelas de Avatar y los desafíos que enfrentará en un mundo post-pandemia. Además, se lanzaron algunas imágenes promocionales de la que promete ser una de las películas del 2022.
El riesgo de las secuelas de Avatar
"Es una locura, todo este proceso", comenzó Cameron al referirse a las secuelas de la ya icónica película, que tendrá cuatro nuevas entregas a lo largo de esta década. La primera llegará en diciembre del 2022 y tendrá grandes zapatos que llenar tras el enorme éxito de la original.
Y es que el mismo James Cameron confiesa que la enorme recaudación de Avatar es lo que permitió hacer estas secuelas. "Si no hubiera hecho tanto maldito dinero, jamás habríamos hecho esto. Porque es una locura", reconoce el mismo director. Después de todo, la primera parte hizo más de $2 mil millones de dólares en todo el mundo.
"Una locura" puede ser bastante apropiado para definir a las secuelas de Avatar. Después de todo, James Cameron comenzó a planearlas en 2012, grabar en 2017 y con una producción que se atrasó aún más por la pandemia del coronavirus. Por ahora, la segunda parte no tiene título definitivo.
Respecto a la trama del filme, se sabe que se centra 14 años después del primer filme, con los protagonistas teniendo su propia familia tras los eventos de la historia original. "Las secuelas son sobre la familia y los límites que los padres cruzarán para proteger a su familia y mantenerlos a salvo", comentó el director.
Además, gran parte de los primeros filmes se centrarán en el agua. Para esto, los actores tuvieron que usar trajes resistente al agua y tuvieron que practicar cómo aguantar más tiempo sin respirar, rompiendo el récord anteriormente establecido.