El 25 de diciembre del 2016 fue una navidad diferente para muchos. Mediante medios especializados, nos enterábamos del fallecimiento de uno de los cantantes más icónicos de los 80's y 90's. Después de una fulminante cardiomiopatía, George Michael nos dejaba a los 53 años. Sin embargo, su memoria permanece más viva que nunca mediante su lista interminable de éxitos, y actuaciones excepcionales, como la vez que interpretó Don't Let The Sun Go Down junto a su gran amigo Elton John, en el Live Aid de 1985. Sin embargo, no es solo la música con la que George Michaels ayudaba a su comunidad.
Last Christmas
15 días faltan para navidad, y para que se cumplan 5 años sin el británico que marcó a una generación. No obstante, su legado se mantiene de una manera palpable. El cantante se erradicó el 2002 en un pueblo británico en el barrio norte de Londres, donde año tras año ayudó a costear las luces navideñas para suerte de sus habitantes. De forma anónima, George hacía donaciones para que los residentes tuviesen una navidad llena de luz.
Según un medio inglés, la voz de Wham! era el mayor contribuyente del festival navideño realizado en Highgate, e incluso era quien financiaba el árbol de navidad. Agentes inmobiliarios de la zona, relatan que George amaba las festividades de esta época, y que por esto era el contribuyente secreto año tras año.
El alma caritativa de George Michael perdura
Una vez fallecido, las luces aun así pudieron seguir formando parte del entorno de Highgate. Los herederos del vocalista entienden cuál era la relevancia que le daba a la navidad, por lo que hoy en día son ellos quienes siguen colaborando con la comunidad mediante dinero para solventar los gastos que significan las luces navideñas.
Un homenaje póstumo para una de las voces más reconocibles en el mundo de la música, que invirtió parte de sus ganancias en la iluminación de su lugar favorito en Inglaterra.