Durante las fiestas de fin de año como Navidad o Año Nuevo, es recurrente que las familias se reúnan a cenar tras estar varios meses separados por otra comuna, región, país o incluso continente. Sin embargo, al momento de comer o simplemente al encontrarse, es recurrente que surjan peleas debido a conversaciones incómodas que a veces debemos enfrentar.
Por lo mismo, a continuación te damos algunos consejos sobre cómo evitar estas incómodas situaciones.
¿Cómo evitar las peleas con mi familia en las cenas de Navidad o Año Nuevo?
En entrevista con El País, la psicóloga Sonia García indica que “sin duda, el concepto de familia está muy romantizado. Se entiende que el vínculo de sangre está por encima de todo. Pero no debemos olvidar que la familia nos viene impuesta, no es elegida”.
Asimismo, el psicólogo Enrique Vázquez indica al mismo medio que “Es recomendable no ‘empacharnos’ de emociones para poder hacer una buena ‘digestión’ familiar”. También indica que las discusiones familiares no son por culpa del alcohol o temas complicados como la política o la religión, sino porque en estas fechas nos ponemos mucho más emocionales.
“Hay que saber dosificar los momentos, las formas y la expresión de las emociones, porque ser excesivamente natural puede aflorar sentimientos que no siempre van a ser bien entendidos”, agrega el profesional.
En tanto, García continúa diciendo que “una cena o comida de Navidad no es el momento de solucionar problemas que se acarrean. Lanzar indirectas y tirar de ironía tampoco debería ser una opción, porque la cosa no va a salir bien. La idea principal ha de ser la de pasar un tiempo cordial y agradable, tratando de aparcar rencillas. Si no es posible hacerlo, tal vez reunirse no sea una buena idea”.
Asimismo, dice que los casos habituales se relacionan con familias desestructuradas y con relaciones difíciles entre padres y sus hijos, o entre hermanos. “Podemos encontrar sobreprotección y también conductas muy negligentes, así como dinámicas familiares insanas donde se normalizan conductas tóxicas”, añade.
Todos reaccionamos de manera diferente
Vázquez, por su parte, explica que todos tienen perspectivas propias sobre algún problema que surja, así como habilidades, sensaciones y momentos que les afectan.
Para ello, recomienda hacer un ejercicio de autoexamen para ver cómo mejorar nuestra predisposición e ir sin grandes expectativas para ese día. Por otro lado, elegir bien el tiempo en que estaremos presentes en este tipo de eventos. También evitar el alcohol, no sacar a relucir temáticas polémicas, encontrar momentos para estar solo, y valorar los momentos.
Por otro lado, García comenta que si nada de esto funciona y todo sale mal, hay que seguir los siguientes consejos. “Poner distancia, si no se puede física, al menos temporal”, o “compartir menos tiempo juntos”. Por otro lado, “limitar el contacto telefónico también es una opción a tener en cuenta”.