Una de las principales gracias de las películas de Marvel es que podemos reflejarnos en sus personajes. Hasta ahora, cada una de las películas dedicadas a contarnos el viaje de un héroe o heroína nos ha permitido entender su perspectiva, disfrutar y sufrir juntos en sus batallas. En el gran MCU, todas las cintas pavimentan el camino para llegar hasta el punto más alto posible, como con The Avengers, Infinity War y End Game. Pero nadie lo hizo con Eternals y por eso no nos cautiva.
Método científico
Este último lanzamiento cumple con los requisitos básicos: efectos especiales de lujo, diversidad en su elenco, peleas que te hacen contraer los músculos involuntariamente, y chistes. También guiños y alusiones directas a las otras cintas, y las infaltables escenas post crédito. En este caso son dos y cada una ofrece suficientes posibilidades narrativas. Eternals cumple con lo mínimo que debe ser y además también es entretenida.
Sin embargo, es imposible entender cuáles son los motivos por los que cada Eterno vive. Juntos son un prometedor equipo, pero individualmente son planos, indecifrables, al borde de ser un estereotipo. Y aunque en la película sí responden por qué no intervinieron ante Thanos, ni ante cualquier otro de los fenómenos que componen el MCU, la respuesta es insuficiente. Para aceptar la justificación que entregan habría que quitarle mucho mérito a todo lo que han hecho Iron Man, Dr. Strange y Nick Fury, solo por mencionar algunos. Es tan incongruente como las plantaciones de maíz que muestran en Mesopotamia, que para que fuera posible demasiadas cosas tendrían que ser diferentes.
Héroes sin alma
Algunos personajes fueron escritos tratando de darles un un conflicto interno que los hiciera tener más dimensiones, lo que funciona con Thena (Angelina Jolie), Phastos (Brian Tyree Henry) y Druig (Barry Keoghan). Pero otros, como Sersi (Gemma Chan), están vacíos. En su caso, ella pareciera ser importante solo porque es amable. Del mismo modo Ajak (Salma Hayek), que es sabia porque todos los demás dicen que es sabia.
Por este motivo Eternals no logra comunicarnos que estamos en el mismo universo en el que han ocurrido todas las cintas y series anteriores. No es porque sean personajes y aventuras nuevas, sino porque el desarrollo de ellos es superficial. Esta película no funciona por el mismo motivo que Shang-Chi sí lo logra. La sensación es similar a tratar de entender The Avengers desde cero, sin saber cuál es la fuerza que vive dentro de cada miembro del equipo.
Nuestra conclusión es que Eternals es una cinta correcta que cumple con la fórmula básica de las películas de los superhéroes. No es mala porque posee un elenco exclusivo, efectos especiales maravillosos y un ensamblaje magistral, pero se queda en eso. La ausencia de alma en cada personaje no es responsabilidad de Chloé Zhao, quien ganó un Oscar por Nomadland y que deja en claro que puede llevar la batuta. La culpa está en el equipo de creativos que ignoró la clave del éxito de todas las películas de Marvel. Y como un dominó, le siguió todo un equipo que armó una película sin chispa. ¿Por qué ignoraron la fórmula que habían consolidado?