La actriz Kirsten Dunst tiene una carrera consolidada en el cine, que partió con su trabajo en Entrevista con el Vampiro, Jumanji y Mujercitas. Alcanzó la fama como adolescente por Anastasia, Las Vírgenes Suicidas y Triunfos robados, pero su saltó al cine masivo lo consiguió por interpretar a Mary Jane Watson en Spider-man. Pero pese a ser la protagonista en la tres cintas de la saga, ella reveló que vivió momentos de discriminación que hoy se consideran inaceptables en la industria.
Brecha salarial
Lo primero que Dunst denunció fue la brecha salarial que hubo entre ella y Tobey Maguire, quien interpretó a Peter Parker. En una entrevista a The Independent ella explicó: "La diferencia salarial entre Spider-man y yo era muy extrema”. A lo que agregó: "Ni siquiera lo pensé. Yo estaba como, ‘Oh, sí, Tobey está interpretando a Spider-man’. ¿Pero sabes quién estaba en la portada del segundo póster de ‘Spider-man’?" y en ese momento de suspenso sonríe y se señala: "Spider-man y yo ".
Es decir, pese a que participó tanto como su compañero ella recibió un sueldo mucho menor que él. Ambos protagonizaron la cinta, ambos tuvieron que realizar escenas complejas, ambos fueron los rostros mediáticos y entregaron entrevistas; pero hubo una discriminación económica. Esto se conoce como brecha salarial de género y es un problema que afecta a muchas trabajadoras.
Condiciones estéticas
Pero además de esto, ella reveló que le pidieron modificar sus dientes para obtener el papel de Mary-Jane. "Yo estaba como, ‘Mmmmm, no, me gustan mis dientes'", relató Dunst, quien en ese tiempo aún tenía una sonrisa dispareja y juvenil. Pese a eso, en los posters de Spider-man photoshopearon sus dientes para que se vieran rectos y parejos, lo que explica por qué se ven así.
Antes de que lo googlees, laa ctriz tenía sus incisivos laterales más grandes de lo común y un poco montados sobre sus paletas. Con el tiempo su dentadura cambió, no sabemos si por su crecimiento o con el apoyo de algún dentista. Ella agregó que en ese momento rechazó esa condición porque se sentía cómoda y confiada con su cuerpo, algo que le agradece a Sofia Coppola. Ellas trabajaron juntas en Las Vírgenes Suicidas, sobre lo que recordó: "El hecho de que a la chica más genial le gustara cómo me veía, eso es lo que me preservó (...) Ella me hizo sentir bonita. Como una chica de 16 años, te sientes como una mierda contigo misma. Así que tener mi primera experiencia de un papel más ‘sexy’ a través de sus ojos me dio una confianza que me ayudó a lidiar con muchas otras cosas".