Como las ratas que somos todavía le estamos dando vueltas al fenómeno de las campañas presidenciales encuarentenadas. ¿Funcionarán? ¿apañan a dañan a los candidatos? ¿tendremos más memes? Acá en UPG no sabemos, pero por eso le pedimos ayuda a nuestro amigo Cristóbal Bellolio para que nos aclarara el panorama.
La nueva nueva-normalidad
La primera pregunta de nuestros roedores estrella fue si este tipo de campaña podría beneficiar a alguno de los candidatos. Y la respuesta de Cristóbal fue clara: no sabe. Pero hey, es que la vida es complicada y hasta los doctores en filosofía sufren de dudas existenciales. Desde su perspectiva, hoy las campañas están enfocadas en sacarle las yayitas a la competencia y eso igual se puede hacer por internet.
Del mismo modo, los dos hombres que hoy lideran las encuestas han sabido manejar las noticias para armar discursos. Por eso, si ocurren manifestaciones en Plaza Italia, para Kast, o Plaza Dignidad, para Boric, ambos podrán emitir un mensaje al respecto.
Beneficios añadidos
Para Iván y Werne surge otra pregunta: ¿estar en cuarentena podría beneficiar a Gabriel Boric? A nuestras ratas boomers les interesa saber si la gente podría tener compasión por su diagnóstico, o incluso si mejorará su estrategia comunicacional. Acá es más claro para Bellolio: está difícil que alguien decida votar por él porque tiene covid, pero solo el futuro dirá si hay una influencia en esta materia.
Y en ese sentido, surge otra duda ¿qué es más influyente hoy: la campaña en terreno, la franja electoral o los debates? Acá tenemos la cuña: "yo creo que todo eso y otros factores contriubyen a que la gente defina a quién no quiere que llegue a La Moneda. Esa apolarización es normal. Lo increíble es que los dos candidatos de las coaliciones grandes, Sichel y Yasna, no van a llegar a segunda. Ningún heredero de la Concertación ni la derecha van a llegar a la segunda vuelta".
Los olvidados de la papeleta
Y ya para cerrar: ¿qué pasa con Parisi? Acá ya estamos hablando del candidato virtual, el que no llega, que tiene causas pendientes y que más encima le está ganando a Sichel. La situación del primero ya está zanjada, y para Bellolio este tiene una propuesta que es como "un legalismo con j". Más encima, solo habla pestes del mundo político.
En cuanto a Sichel, él era una "opción pragmática" para la derecha. Pudo armar un discurso liberal que se basa en justificar la desigualdad a través del mérito y el esfuerzo, lo que tenía sentido porque él no venía de una cuna de oro. Sin embargo, ahora que ya no es útil, sus aliados lo dejan caer. Y para peor, su equipo no es capaz de apoyarlo para solucionar el financiamiento ilegal de su campaña.