Las monarquías aún existen en el Siglo XXI, y algunas de ellas todavía mantienen tradiciones muuuuy antiguas. Hoy Japón estuvo en el ojo de la prensa, ya que la Princesa Mako, de 30 años, renunció a todos los privilegios de la familia imperial para poder casarse con su novio. Este último, Kei Komuro, de la misma edad, es un plebeyo de acuerdo a las normas vigentes, por lo que podían unirse legalmente.
Mako Komuro
Hasta hace poco, la ex-princesa era legalmente Mako de Akishino. Ella nació el 23 de octubre de 1991 en Tokio, es la sobrina nieta del actual Emperador Naruhito, e hija del Príncipe Heredero Fumihito. Es la mayor de tres hermanos, ya que le siguen el segundo sucesor al trono Hisahito, y su hermana Kako.
En 2014 se graduó de la Universidad Cristiana Internacional de Mitaka como bachiller en Arte y Herencia Cultural. Luego estudio un magíster en Museología en la Universidad de Leicester, en Reino Unido.
Sin revelar su identidad, trabajó como voluntaria en Tōhoku, luego del terremoto y tsunami de 2011. También trabajó durante un tiempo en el Museo de Tokio como investigadora. Este año se supo que el acoso y rechazo que recibió luego de anunciar su compromiso le generó Trastorno de Estrés Post Traumático, pero siempre se ha mantenido de bajo perfil.
Lo dejaría todo porque te quedaras
De acuerdo al funcionamiento de la monarquía japonesa, la familia real no puede contraer matrimonio con plebeyos. Pero incuso dejando eso de lado, esta unión despertó polémicas dentro de la sociedad nipona, porque la familia de Komuro tenía una deuda de casi 4 millones de yenes. Esto es más o menos 28.190.000 pesos chilenos. Mako y Kei se conocieron hace aproximadamente 10 años, como estudiantes universitarios, y se iban a casar en diciembre de 2018. Sin embargo, en esa fecha salió a la luz el escándalo financiero, que va de la mano de un drama familiar entre la madre de Kei y la ex pareja de ella.
Según una encuesta realizada por el periódico Yomiuri, más de la mitad de sus lectores aprueban esta unión. Sin embargo el resto, equivalente a un tercio, la rechazan. En Japón las deudas económicas son muy mal vistas y se consideran una tragedia. Además, se consideraría aún peor que la ex-princesa experimentara problemas econónicos en su nueva vida. Todo esto hace que Kei Komura no sea visto como un buen candidato para Mako. Guardando las proporciones en Asia, el agobio y rechazo que conllevan son retratados en el éxito surcoreano El Juego del Calamar.
¿Y qué más da perder?
Por si fuera poco, luego de anunciar su compromiso también salieron a la luz un fraude al fisco que cometió la ahora suegra de Mako. También hubo antiguos compañeros de colegio de Kei que lo denunciaron por realizar bullying. Antes de casarse Mako anunció que rechazaría la dote que el Imperio japonés le entrega a las novias que desertan. Este proviene directamente de los impuestos que cobran y equivale a 1.3 millones de dólares.
Pese a todo, hoy contrajeron matrimonio en una ceremonia pequeña, que pagaron ellos y no la familia imperial. Luego de eso, Mako fue fotografiada despidiéndose de su familia y abrazando a su hermana Kako. Ahora que ya están casados, la joven pareja anunció que vivirán en Nueva York, Estados Unidos. En un comunicado de prensa ella declaró que busca "vivir una vida pacífica en un entorno nuevo".