La naturaleza siempre nos sorprende. Esta vez la noticia llega directo desde Francia, ya que un grupo de científicos indagó cómo los flamencos obtienen y mantienen su famoso color rosado. Lo primero es algo que conocemos: el pigmento lo obtienen a través de su alimentación, compuesta por camarones, plancton y algas. Al comerlos obtienen carotenoides, los que luego son procesados en el hígado y desde ahí se dispersan por sus plumas, patas y picos. Pero una cosa es eso, y otra es lo que hacen para preservar el color.
Sombra aquí, sombra allá
Un equipo de científicos en Camarga, al sur de Francia, investigó cómo los flamencos cuidan su color. A pesar de obtener el pigmento rosa a través de la comida, el sol hace que sus plumas se destiñan poco a poco. Pero existe un método natural para combatir este proceso.
El análisis de este grupo los llevó a publicar su estudio, llamadoEl color de los flamencos desaparece cuando no se aplican cosméticos, en el que nos dejan claro su resultado. Este cosmético no es más que el exceso de carotenoides que las aves liberan en sus glándulas uropígeas. Estas glándula la tienen la mayoría de las aves y secreta un aceite que dispersan con su pico por su cuerpo para acicalarse e impermeabilizar su plumaje.
Un espejo de cristal, y mírate y mírate
En su estudio, los científicos franceses trabajaron con los cuerpos de un grupo de flamencos que falleció debido a una gran helada en febrero de 2012. De ellas extrajeron plumas, las impregnaron con el aceite rosado, y dejaron la mitad en el techo del laboratorio, al sol. La otra mitad quedó guardada en completa oscuridad, y efectivamente mantuvieron su color. Es decir, no basta con que consuman carotenoides, sino que deben aplicarlos externamente también para seguir siendo rosados.