El especialista en nutrias, Dr James Elpes, determinó que ellas son clave en la conversación del planeta debido a una de sus mayores características: el hambre. No solo son hermosas, cariñosas con su familia e increíblemente peludas (llegan a tener 140.000 cabellos por centímetro cuadrado) sino que también se alimentan tanto que mantienen seguros los bosques marinos de kelp.
Protectoras de los bosques marinos
Las nutrias marinas necesitan consumir al día un cuarto de su peso en alimento, ya que no poseen capas de grasa para protegerse del frío. Afortunadamente su alimento favorito son los erizos marinos, que se desplazan lentamente por el suelo del mar y poseen un alto nivel de calorías.
Pero estas mismas criaturas también son fanáticas del kelp, un tipo de alga larga. Los erizos se alimentan de la base de ellas, lo que corta la planta y hace que su tallo y hojas termine flotando a la deriva. Dado que las nutrias mantienen a raya el nivel de erizos, los bosques de kelp pueden desarrollarse y realizar fotosíntesis en paz.
Un alga milagrosa
Tal vez te estés preguntando por qué es tan importante el kelp. Como recordarás, las plantas se nutren de los nutrientes del suelo, de la luz solar y del dióxido de carbono; lo que convierten en energía y como resultado liberan oxígeno. Y sí, esto lo realizan tanto en la tierra como bajo el agua. Pero la gracia del kelp es que se agrupa en verdaderos bosques y cada planta puede crecer aproximadamente 60 centímetros por día.
A través del documental Mi maestro el pulpo fue posible observar estos bosques en gloria y majestad, y cómo en ellos se desarrolla todo un ecosistema de vida. Por ende, es crucial protegerlos. Sin embargo, y tal como advierte la BBC, no se puede llegar y trasladar nutrias marinas a cualquier lado. Por ahora, la comunidad científica está estudiando el fenómeno en zonas repobladas por nutrias, ya que de a poco su estado de conservación ha mejorado y ya no son cazadas por su piel. Mientras más nutrias, más kelp y menos dióxido de carbono, lo que significa menos efecto invernadero.