Es recurrente que al momento de tener que pagar algún producto que necesitamos para nuestro hogar, hacer las compras mensuales del supermercado, o tener que pagar cuentas, la suma total sea un valor que no podamos cancelar en el momento. Esto nos lleva a tener que usar tarjetas de crédito, con las que a veces uno corre el riesgo de quedar sobreendeudado y en ocasiones tener que pagar mucho más de lo que creíamos.
Si tienes este problema, Jorge Berríos, docente del diplomado en finanzas de Unegocios de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, entrega consejos sobre cómo usar de manera responsable nuestras tarjetas de crédito para así evitar que caigamos en la morosidad. En el marco del primer capítulo que busca potenciar la educación financiera en el país con entrevistas a varios académicos, también explicó las razones principales que llevan a los chilenos a caer en este problema.
Usar tarjetas de crédito sólo para cosas puntuales
El experto, explica que la gran mayoría de los chilenos se endeudan ya que no saben usar responsablemente sus tarjetas de crédito. Esta herramienta no se define como algo bueno o malo, sino que depende del buen uso que le demos y con qué fin la queremos emplear.
Por eso, explica que la idea es sólo ocuparla exclusivamente para cosas puntuales. Por ejemplo, en el caso de que no andemos con efectivo, o cuando queremos comprar algo en particular y podemos optar pagarlo en 2 o 3 cuotas, son buenas alternativas.
Que la tarjeta de crédito sólo sea una última opción
A un punto importante al que se refiere también Berríos acerca de las tarjetas de crédito, es que las personas deben planificar claramente cuáles son sus ingresos, su nivel de gasto y hasta dónde pueden pagar en términos de carga financiera. Lo ideal es que en una cuota, una persona no pague más del 25% de su sueldo, sino corre el riesgo de no poder pagar después.
Ejemplificando esto, el experto nos pone en la situación de comprar un televisor en 3 o 4 cuotas para disfrutar en nuestra vivienda, lo cuál según él está perfecto y es una buena opción. Sin embargo, si sumamos un televisor en 3 cuotas, después una lavadora en 3 cuotas, luego un refrigerador en 5 cuotas, etc., esto se vuelve insostenible para pagar.
Lo ideal es que cuando ya hayamos terminado de pagar el televisor, recién podamos comenzar a pagar otro producto para nuestro hogar con una tarjeta de crédito
A su vez, algo importante que recalca, es elegir las tarjetas de crédito de casas comerciales que tengan tasas más bajas: “Obviamente si es un caso de emergencia la idea es comprarlo, pero si vas a comprar un refrigerador o algún bien para el hogar es mejor que ocupen las tarjetas de casa comercial que tienen tasas más bajas y están hechas para pagar en cuotas”.
Es vital potenciar el ahorro
Para concluir, Berríos dice que si las personas desean comprar algún producto o servicio de alto valor, como por ejemplo las vacaciones de fin de año, la idea es juntar lo que más puedan durante todo el año. Y, en el caso que exista algún diferencial, ahí ya es un buen momento para usar la tarjeta de crédito, con la que podrás llegar al monto que deseas. En muchos casos esto puede ocurrir en la compra de algún auto, pero el académico invita a que se potencie el ahorro en los hogares.