Cuando adoptamos a una mascota, siempre tenemos la idea de que nos acompañará toda la vida, pero lamentablemente no es así. Cada animal tiene su propio periodo de vida, y frente a eso, tenemos que aprovecharlos al máximo y ser fuertes el día en que tengan que marcharse de este mundo.
Un estudiante peruano de psicología de la Pontificia Universidad Católica del Perú, llamado Walter Pequeño Salas, reveló en una publicación en su perfil de Facebook que, para honrar la memoria de su perrito fallecido “Capitán Morgan”, decidió retratar la experiencia en su tema de tesis de bachillerato.
La justificación de su tema de tesis
“Experiencia subjetiva sobre el proceso de duelo frente a la pérdida de una mascota”, se titula su trabajo. Para ello, se inspiró en la muerte de su “mejor amigo” de raza bull terrier, aceptando el desafío de lo que según cuenta, es un tema que no había sido investigado en Latinoamérica.
"Se fue de mi vida dejando un gran vacío en mí, que ninguna otra persona ni mascota podría llenar. Las cosas que sentí cuando murió, lo difícil que fue aceptar que no lo vería de nuevo y debía adaptarme a la vida sin él, son cosas que sentimos en cualquier duelo significativo", escribió en sus redes sociales.
El egresado también agregó sobre la poca importancia que se le da a la existencia de las mascotas en la vida de un ser humano: "Pero, si mi duelo era significativo, ¿Por qué habían personas que me decían que sólo era un perro o que no era para tanto?"
"Poco a poco fui dándole forma a la idea, viendo otros casos de personas que perdían a sus mascotas e indagando en lo que sentían, cómo algunos podían reconocer abiertamente su duelo y otros preferían vivirlo en silencio", añadió.
Por eso, comenzó a investigar las consecuencias emocionales y el dolor que se siente frente a la pérdida de una mascota, abriendo de esta manera, una nueva área de investigación.
Separar lo profesional de lo personal
Sin embargo, relató que no fue nada fácil para él dejar de lado los aspectos emocionales de hacer un tema que a él mismo le tocó sufrir: "Tampoco fue fácil deslindar mi experiencia personal de la investigación; sin embargo, aunque la objetividad pura es imposible, con mi asesora me sometí a un proceso para disminuir, dentro de lo posible, aspectos personales que podrían influir en la interpretación del estudio".
Frente a esto, el caso nos deja la gran importancia de valorar e interpretar las consecuencias emocionales de la pérdida de una mascota, poner atención a nuestra salud mental o buscar ayuda en caso de que sea un hecho difícil de superar.