Las mascarillas son ahora parte de nuestra vida diaria y es probable que lo sigan siendo durante meses, si no años. Pero si bien pueden ser esenciales para detener la propagación de la pandemia de coronavirus, no son particularmente amigables para el planeta o los océanos. Es por esta razón es que Pons Ontwerpa creado mascarillas que se pueden plantar para obtener flores.
Según datos de la ONU el 2020 se llegaron a vender 166.000 millones de dólares en mascarillas quirúrgica. El uso cotidiano de esta barrera de protección a generado que aproximadamente 1,600 millones de mascarillas podrían haber ido a parar a los océanos el año pasado.
Estos artefactos al ser corto uso llenan los botes de basura públicos y las bolsas de basura domésticas, lo que no es particularmente amigable con el medio ambiente.
Una idea verde en contra de la contaminación
Marianne de Groot-Pons, diseñadora gráfica de la agencia Pons Ontwerp con sede en Utrecht, en los Países Bajos, pensó en esta problemática por lo que busco una solución amigable con el medio ambiente.
Para reducir la contaminación relacionada con el uso de mascarillas, la joven diseñadora ha creado un modelo 100% biodegradable.
La creadora ofrece una mascarilla de fabricación artesanal que, una vez usada, se puede plantar en un jardín o en una maceta y convertirse en flores. Esto es posible gracias a las semillas de flores incrustadas en el original accesorio.
“Después de semanas de tropezar con todas las máscaras azules desechables en la calle, una mañana me desperté con la idea de una máscara facial biodegradable con semillas de flores", comentó Marianne a través de su pagina web.
El tapa bocas, llamado Marie Bee Bloom, está hecho de papel de arroz y contiene semillas de flores. Sus correas están hechas de lana de oveja. Incluso el pegamento que se usa para unir ciertas partes se fabrica con almidón de papa y agua.
Sin embargo la creadora comenta que estas mascarillas son más frágiles debido a los materiales de las que están construidas. Por lo que la empresa comenta que la manipulación de estas debe ser cuidadosa.
Y, como era de esperar, también son más caras que las mascarillas desechables normales. Tienen un precio de 3 € (aproximadamente 2.600 pesos chilenos) cada una y el pack de cinco cuesta 15 € (aproximadamente 13.000 pesos).
Otro punto importante es la protección que ofrece este artefacto. Los creadores han comentado que esta mascarilla tiene la misma cualidad protectora que una hecha de tela, ya que todavía no cuenta con estudios contra el COVID-19.