Nuestro cuerpo está lleno de misterios, y por años han existido investigadores que han querido dar luz a lo que esconde el funcionamiento de cada una de sus zonas. Una de ellas es la amígdala, ubicada en el cerebro y que cada vez que escuchamos música, nos proporciona emociones.
La música ha tenido un papel importante a lo largo de la historia humana. Proporciona sentimientos y es vital para decidir el curso de nuestras actividades y las interacciones que tenemos día a día.
¿Cuál es la importancia de la música en nuestro cuerpo?
Su influencia ha sido estudiada por años, determinando que ella, y las emociones que recibe el cerebro poseen una estrecha relación. Esas reacciones dependen de una serie de circuitos que organizan y conectan la percepción y la emoción.
El sistema principal que se encarga de ello es el sistema límbico, entre la que se encuentra la amígdala como uno de los núcleos principales.
Esta nos proporciona patrones de respuesta a partir de las emociones y les otorga un significado a partir de las experiencias. También permite frenar algunas de nuestras conductas.
¿Qué es lo que sucede en nuestro cerebro
Una situación sorprendente que se da es cuando escuchamos la banda sonora de las películas. Cuando vemos una de suspenso o de terror, la música nos causa angustia; pero si escuchamos una que tenga una banda sonora grandiosa, podemos emocionarnos.
De acuerdo con la Doctora y Médica Neuróloga, Cecilia Serrano, cuando escuchamos música, nuestro cerebro realiza interacciones auditivo motoras. En esta zona, se encuentra la corteza pre-motora del lóbulo frontal, que nos proporciona la sensación auditiva y de movimiento.
Esta altera nuestros sentimientos subjetivos, estados fisiológicos, y todo tipo de respuestas motoras del cuerpo. La sonrisa, el movimiento de todo el cuerpo a través del baile, el ritmo y la interacción con instrumentos musicales son sólo una de las infinidades que puede provocar la zona mas alta de nuestro cuerpo.
¿Qué papel tiene la amígdala con respecto a la música?
La amígdala es un núcleo de control que tiene 3 capas de neuronas y que se lleva gran parte de la actividad que se relaciona con las emociones que nos proporciona la música.
La capa superior recibe el olor, y da respuesta ante los rostros, los sonidos y la música, especialmente la que es de tono mas feliz.
Está totalmente relacionada con el contacto que tengamos con las demás personas, y en el momento que escuchamos música alegre, las conexiones neuronales vuelan. Esto hace que suba la dopamina y la comunicación vaya hacia el núcleo accumbens —también denominado centro de la adicción—.
Según Serrano, la activación de la amígdala cae cuando escuchamos música que es más relajante. Por lo cual, concluye que el órgano estaría implicado en la música de suspenso.
Otro de los centros básicos de la amígdala es el laterobasal, donde el sonido se integra a otros sentidos y ayuda a responder a las señales felices y temerosas.
Así que cada vez que escuches una canción que te guste, recuerda que tu cerebro está realizando un gran trabajo para hacer que sientas el poder de la música.