Un día como hoy se celebra el natalicio del legendario cantante inglés, Andy Gibb. El hermano menor de los Bee Gees nació un 5 de marzo de 1958 y poco a poco comenzó a ganarse un nombre por si mismo, lejos de la sombra de su familia.
Su éxito solista le logró ser parte de uno de los festivales latinoamericanos más importantes de la música. Se trata del Festival de Viña del Mar, donde se convirtió en la carta principal de la edición de 1984 y pasó a la historia con una icónica presentación.
La presentación de Andy Gibb en Viña
En la década de los 80, el Festival de Viña del Mar alcanzaba su peak con múltiples artistas internacionales de gran popularidad que pisaban el escenario. Actos como The Police, Air Supply, José Feliciano, entre otros, eran parte del célebre festival de la canción.
En 1984, los organizadores se preparaban para traer a uno de los artistas más populares de todos los tiempos: Elton John. Sin duda, la aparición del músico británico marcaría un enorme hito en su historia y muchos lo querían en el escenario.
Sin embargo, Elton estaba cobrando demasiado para el festival, complicando su participación. Por esto, los planes se cambiaron y se optó por una segunda opción pero también de alto renombre: Andy Gibb. El hermano menor de los Bee Gees pasaba por un complicado momento, en desmedro de su éxito durante la década de los setenta.
Los medios comenzaban a reportar las adicciones de Andy Gibb y cómo esto afectaba a su carrera en los últimos años. El músico dejó de ser contratado por sus síntomas de abstinencia luego de que su familia le pidiera que se internara.
Así, comenzó a recorrer el mundo en pequeñas apariciones de televisión. Por esto, su aparición en el Festival de Viña representaba una situación triunfante para él y el festival. Los organizadores se aseguraban la carta internacional y él regresaba a un gran escenario.
Andy Gibb se convirtió en la carta principal de la edición de 1984. Pese al declive de su carrera en los últimos años, todos estaban emocionados con ver al exitoso músico presentarse en Viña del Mar. Tanto así fue la euforia, que Gibb se presentó dos días seguidos, el domingo 12 de febrero y la jornada de cierre el 13.
Su presentación en Viña fue todo un éxito. Los fanáticos pudieron bailar sus más icónicas canciones y celebrar el músico, quien se vio feliz de tener a un público que gritara su nombre con tanta euforia. Sin duda, fue uno de los puntos más altos de los últimos años de su complicada carrera.