Un 8 de febrero de 1931 nació el legendario actor James Dean. Conocido como el 'Rebelde sin Causa', por su icónica película, continúa siendo uno de los íconos más importantes de la historia del cine. Sin embargo, la carrera de Dean también se recuerda como una de las mayores tragedias del cine.
Y es que, con tan solo 23 años, el mundo se tuvo que despedir de Dean. Un trágico accidente le puso fin a la vida del actor, quien había llegado hasta los límites para poder triunfar en Hollywood. Pese a una fugaz carrera, continúa siendo recordado como un símbolo hollywoodense.
La difícil infancia del Rebelde sin Causa
James Dean tuvo una dolorosa y solitaria infancia. Cuando solo tenía nueve años, su madre falleció de un cáncer de útero. La partida de su madre le provocó un fuerte dolor, sobre todo porque este era muy cercano a ella y esta era la única "capaz de entenderlo". Además, su padre lo envió a vivir con sus tíos pues aseguró que no lo podía cuidar.
James encontró consuelo a través de la Iglesia y en particular de un pastor que se convirtió en su guía. Sin embargo, múltiples fuentes han asegurado que este abusaba de Dean desde que este era un niño. La misma actriz Elizabeth Taylor, gran amiga del actor, aseguró que James le confesó ser abusado por un pastor, tan solo dos años después de que su madre falleció.
Sin embargo, Dean se desarrolló con la mayor normalidad que pudo en el colegio, obteniendo buenas notas y ganando popularidad por su apariencia y personalidad. Al crecer, decidió dedicarse a la actuación y estudiar drama, algo que lo alejó aun más de su padre.
Su complicada llegada a Hollywood
En sus inicios, ganó pequeños papeles como galán en producciones menores de series y películas. Sin embargo, James Dean batalló durante bastante tiempo para poder conseguir papeles en la industria. Comenzó a trabajar en los estacionamientos de los estudios, donde conoció al director de radio, Rogers Brackett.
Desde hace décadas, una de las mayores discusiones en torno a Dean ha sido respecto a su llegada a Hollywood. Y es que múltiples fuentes aseguraron que el actor no tenía problemas con "intercambiar" favores a cambio de conseguir papeles. Esto, referido a tener relaciones sexuales con productores que pudieran conseguirle un trabajo en el cine o televisión.
Sin embargo, esto ha sido de discusión eterna, tal como la misma sexualidad del Rebelde sin Causa. La verdad es que, con intercambios o no, James Dean logró su primer gran éxito en 1953, con 'East of Eden'. Si bien era desconocido para entonces, comenzaba a posicionarse como un nuevo Marlon Brandon, por su increíble atractivo y magnetismo.
El éxito de Rebelde sin Causa
Si bien en 1953 ya era de los rostros más emocionantes de la escena, su verdadero éxito llegó en 1955. El estreno de 'Rebelde sin Causa' se convirtió en todo un éxito con los adolescentes. Las mujeres se enamoraban perdidamente de Dean y los hombres lo veían como un ídolo a seguir.
Y es que James Dean era peligroso, masculino y atractivo, algo que cualquier hombre del momento aspiraba a ser. Sin embargo, también era sensible, con una clara comodidad con su lado femenino y un héroe emotivo que no temía expresarse, algo que conquistó a las jóvenes de la época.
Sin embargo, esta sería la última película que el actor podría estrenar en vida. Tan solo unos meses después, James Dean fallecería con tan solo 23 años en un trágico accidente de auto.
La trágica partida de James Dean
Para 1955, Dean ya estaba viviendo su vida al máximo. Disfrutando de la fama y la aclamación. Festejando y experimentando con hombres y mujeres por igual. Sin embargo, sus días de disfrute se cortaron abruptamente un 30 de septiembre.
Desde 1954 que se había obsesionado con las carreras de autos. Tras su éxito, compró múltiples autos para correrlos y disfrutar la emoción que provocaba la adrenalina de la velocidad. Así, comenzó una carrera paralela a la de su actuación.
Sin embargo, Warner Bros le puso fin a su pasión. El estudio temía que este se hiriera mientras estaba grabando 'Giant', por lo que le prohibieron correr. Sin embargo, una vez que terminó sus escenas, no perdió el tiempo y rápidamente se sumergió en las carreras.
Pero esta pasión terminaría siendo su perdición. En camino a una carrera, Dean fue chocado por otro auto que no se detuvo ante la presencia del auto de James. El actor fue impactado fuertemente, terminando con heridas fatales. Para cuando llegaron los paramédicos, la joven estrella ya había fallecido.
El legado de James Dean
Si bien la tragedia suele eclipsar la carrera de el Rebelde sin Causa, muchos prefieren recordar a James Dean por su trabajo y relevancia en el presente. Para muchos, el actor engloba la rebeldía adolescente que sigue inspirando miles de historias después de todos estos años.
Así mismo, es un ícono de la libertad sexual fuera de prejuicios. El actor no temió hablar sobre los rumores de su sexualidad y frente a sus amigos fue abierto sobre su deseo de experimentar en la vida. Esa actitud es una de las marcas que lo han convertido en un ícono.
Así mismo, representa el deseo de hacerse paso en una complicada industria y estar hambriento por el éxito. A 90 años desde su nacimiento, pocas veces se ven a estrellas tan brillantes y deseosas de dejar su marca en la industria como lo era James Dean.