Una huella imborrable en el mundo de la música es la que dejó David Bowie. Porque además de su extenso catálogo de canciones y participaciones en el cine, David Robert Jones también nos dejó personajes que no vamos a olvidar jamás.
Aquí repasamos 4 de estos personajes:
Ziggy Stardust
De la mano de lo que después entenderíamos como una seguidilla de álbumes conceptuales, en 1972 David Bowie renació como Ziggy Stardust para el álbum The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars.
Su misión era transmitir esperanza. Sin embargo, a la vez, también se trataba de una estrella con sexualidad cambiante y consumidor de drogas.
En cuanto a estética, aquí nació la colaboración dorada con el diseñador Kansai Yamamoto, creador de los enteritos más icónicos usados por Ziggy Stardust y también mente creativa del pelo rojo de este extraterrestre.
Aladdin Sane
Es de Aladdin Sane de donde viene el característico rayo azul-rojo de David Bowie. Tanto el rayo como el personaje nacieron con la portada del disco homónimo de 1973. Aquí la evolución de Ziggy a Sane mantiene el pelo rojizo, pero agrega el rayo que proviene nada más y nada menos que de un anillo de Elvis.
Según el biógrafo Paolo Hewitt, en "David Bowie: vida y discografía", recordado por La Tercera, el rayo en la cara venía del anillo de Elvis que tenía grabadas las letras TCB ('taking care of business') y el dibujo de un rayo.
Halloween Jack
Halloween Jack nació para el disco y la gira de Diamond Dogs (1974). El personaje que sigue con un pelo colorín eléctrico, pero ahora con un parche pirata, aparece en la portada del álbum y también se menciona en las canciones.
Su descripción literal es un "gato realmente genial" que vive en Hunger City. Algo de esto está inspirado en la novela 1984 de George Orwell.
El Duque Blanco
Aquí el salto a la elegancia ya es magnífico, pero tiene un doble sentido. Con el Duque Blanco, David Bowie dejó de teñirse colorín para quedarse rubio y vestir con ternos brillantes y a la medida la gira de su disco Station To Station (1976).
Fue una época dorada en cuanto a estética, pero muy mala en cuanto a salud, ya que fue la época en que Bowie casi sucumbe por su adicción a la cocaína. De hecho, ha sido catalogado por él mismo como el periodo «más peligroso» de su vida.
Es después de este disco que Bowie se va a vivir a Alemania con Iggy Pop para rehabilitarse de las drogas.