Una loable ley fue la que presentó hace pocos días el Parlamento de Francia. Se trata de la ley que busca "proteger el patrimonio sensorial del campo", entre ellos los "sonidos de campo". Se adoptó el pasado 21 de enero.
La nueva legislación defiende todo lo que se pueda entender "patrimonio sensorial" y aquí califican cosas como ruidos y olores de campo. De manera más clara, en la nueva ley se especifica el derecho a respetar el cacareo del gallo, el canto de los grillos, el sonido de las campanas de iglesias y el olor de los establos.
Por otro lado, la legislación también prevé que se cree un "inventario del patrimonio cultural rural" para así darlo a conocer y además, posteriormente, estudiar la "identidad cultural de estos territorios".
Sonidos de Campo: ¿Cómo nace la ley para defender este patrimonio?
La respuesta a esa interrogante está en una disputa legal donde un gallo fue el causal de demanda. Y es que sí, aunque suene extraño, muchas veces ciertos conflictos de campo terminan en tribunales.
En este caso, las autoridades han ejemplificado la llegada de la nueva ley por lo ocurrido en Oléron, una isla en la costa atlántica de Francia. En este lugar dos vecinos se enfrentaron en una batalla legal por el canto matutino de un gallo llamado Maurice.
Lo que hará esta nueva ley de Estado será precisamente permitir que los gallos y todos los animales puedan desarrollarse de forma natural. Esto implica, asumir los sonidos y olores de campo y que "La vida en el campo supone aceptar algunas molestias", dijo el Ministro encargado de Ruralidad de Francia, Joël Giraud.
En septiembre de 2020, en Francia también se prohibió el uso de animales salvajes en circos. De esta manera, el país se sumó a la lista de los más de 20 países europeos que han limitado y prohibido los espectáculos con animales en circos.
¿Qué te parece el llamado de Francia a defender el patrimonio sensorial del campo?