Vivir al lado de una estrella de rock suena genial en teoría, pero puede provocar múltiples problemas en verdad. Bien lo sabe la legendaria cantautora Joni Mitchell, que tuvo más de un conflicto mientras era vecina del icónico Frank Zappa.
Los conflictos entre Joni Mitchell y Frank Zappa
A finales de la década de los sesenta, habían pocos lugares tan geniales como Laurel Canyon en California. El barrio vio la llegada de múltiples músicos célebres como Jim Morrison, Neil Young, Carole King, The Eagles o The Mamas & The Papas, entre otros. Sin embargo, dos fuerzas de la naturaleza, completamente contrarias, terminaron viviendo una al lado de la otra.
La atmósfera solitaria, introspectiva y reflexiva de Joni Mitchell se vie rápidamente perturbada por la vida de estrella de rock de Frank Zappa. Es de conocimiento que el músico no tenía pudor en vivir su vida como le parecía, sin importarle a quien le molestara.
"Pregúntale a quien sea en Los Angeles dónde vive la gente más loca y te dirán que en Hollywood. Pregúntale a quien sea en Hollywood dónde vive la gente más loca y te dirán Laurel Canyon. Y pregúntale a quien sea en Laurel Canyon dónde vive la gente más loca y te dirán Lookout Mountain. Así que compré una casa en Lookout Mountain", confesó Mitchell a Vanity Fair.
Sin embargo, la personalidad generalmente calmada de Mitchell no evitó que esta actitud de Zappa la sacara de sus casillas. "Mi comedor daba al estanque de patos de Frank Zappa. Una vez que mi madre estaba de visita, tres chicas desnudas flotaban en una balsa sobre el estanque", confesó la artista.
Joni Mitchell señaló que su madre quedó horrorizada frente a la escena, algo que también le molesto a la cantante. Sin embargo, reconoció que la escena era algo típico de un personaje tan extravagante y explosivo como Frank Zappa y que su presencia no afectó su visión del lugar.
"De noche era silenciosa excepto por gatos y pájaros. Tenía un olor a eucaliptos, y en la primavera, que era la temporada de lluvias, un montón de flores aparecían. Laurel Canyon tenía este distintivo e increíble olor", recuerda Joni Mitchell.