La polémica fiesta clandestina de Zapallar sigue dando de que hablar. Ahora, el dueño de la casa de Cachagua anunció que se querellará en contra del arrendatario. Además, denunció el pésimo estado en el que quedó la propiedad tras lo ocurrido.
Esto se sumará a la querella que presentó el Gobierno y que anunció la Seremi de Salud de Valparaiso. Y es que la fiesta clandestina afectó a más de un sujeto. Dentro de estos, se encuentra el dueño de la casa en Cachagua, que acusó no estar al tanto de lo que ocurriría.
Según lo que señaló el propietario Daniel Biggs a 24 horas, "La casa quedó hecha un espanto...". Aseguró que una vez que se revisó la propiedad, "había vómito por todos lados". Así mismo, denunció que el arrendó la casa para un grupo pequeño, no los 200 que aparecieron.
Según lo que señala, el dueño arrendó su casa de Cachagua al piloto de Rally, Samuel Israe. A través de una aplicación, arrendó la propiedad para las celebraciones de año nuevo. Sin embargo, solo contemplaba la llegada de siete personas.
En los videos obtenidos por 24 horas, se puede ver la llegada de múltiples autos y sujetos que participaron en las fiestas del 31 de diciembre y el 2 de enero. En total, se estima que al menos 200 personas participaron de estas reuniones ilegales.
La situación se dio a conocer en las redes sociales, donde se viralizaron videos de jóvenes reunidos sin respetar ninguna medida sanitaria. Esto generó el repudio absoluto de los usuario y posteriormente del Gobierno, que anunció medidas contra organizadores y los padres de los asistentes.
Días despues, el Minsal anunció que la positividad en Zapallar aumentaron en un 307%. Ante esto, la subsecretaria de Salud, Katherine Martorell, señaló tajantemente que "si alguien se muere, ya saben a quién ir a preguntarle".