Para el coronavirus hay vacuna, para el machismo hay canciones

Se va el 2020 y repasamos las canciones de empoderamiento y lucha feminista que nos regalaron destacadas artistas nacionales.

Sofía Tupper | 31/12/2020

Hace algunas semanas la revista Billboard nombró a Cardi B como la mujer del 2020. Destacaron su faceta empresarial, su defensa por la justicia social como una voz activa dentro del movimiento Black Lives Matter, y por sobre todo, la publicación hizo hincapié en el aporte de la artista neoyorkina en torno al feminismo.

Su único lanzamiento del año, “WAP”, junto a la también rapera Megan Thee Stallion, causó furor por su explícito contenido sexual en referencia al placer femenino, un tema que en pleno siglo XXI sigue siendo tabú, e incluso, fue objeto de críticas en sectores conservadores.

"Soy una persona muy sexual y amo mi vagina. Me gusta rapear sobre ella. No le hago mal a nadie con eso", se defendió tras los ataques.

El nombramiento de Cardi B como mujer del año, invita a mirar más ampliamente el panorama, pues el empoderamiento femenino, las voces contra la violencia machista y en definitiva, los diversos tópicos que engloba hoy el feminismo, han ganado cada vez más terreno en la música. Julieta Venegas lo dejó claro con el lanzamiento de su más reciente canción: "las mujeres se están revelando, los hombre no saben qué hacer".

Nathy Peluso, Rosalía, Mala Rodríguez, Cattana, Billie Elish, Dua Lipa, Ariana Grande, Taylor Swift, Beyoncé, Patti Smith...Artistas de todos los estilos y de distintos lugares del mundo lo están haciendo y Chile no ha sido la excepción.

Hay mujeres chilenas que están llevando la batuta con micrófono en mano

Basta mirar lo ocurrido con "Un violador en tu camino", una creación del colectivo Las Tesis que se convirtió el año pasado en un himno que ha recorrido el mundo como una forma de lucha contra el machismo. O recordar la presentación de Mon Laferte en la más reciente edición del Festival de Viña, cuando, junto a Francisca Valenzuela y decenas de cantoras populares chilenas, entonaron dos cuecas de reivindicación feminista “Mujer revolucionaria” y una segunda sin nombre, pero fácilmente identificable por su primer verso: “cantamos por las que estamos”.

Hoy las mujeres tenemos verdaderos himnos que se escuchan en las calles cuando ha sido hora de manifestarnos y “Canción sin miedo”, sin duda es una que ha cobrado relevancia, al recordar a Ámbar Cornejo, Antonia Barra, Nabila Rifo, entre otras, que han sido víctimas de femicidios o de la violencia machista.

Basta escuchar la letra del potente single de Ana Tijoux que abre la serie “La Jauría” de Amazon Prime Video, “No estamos solas”. Un trabajo que escudriña en la violencia de género y las estructuras de poder que se esconden tras eso, pero que además habla de sororidad, un término ampliamente popular en la actualidad, que la RAE define como la “relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento”.

Y cuando hablamos de sororidad, no podemos sino reconocer un hecho innegable: la falta de oportunidades y la discriminación que históricamente las mujeres han tenido en todos los ámbitos del quehacer nacional, y la industria de la música no ha sido la excepción. Pero afortunadamente, muchas ya se han unido codo a codo para hacerse de un espacio y es así como han nacido los colectivos “Red de Trabajadoras de la Música” (TRAMUS) , "Violeteras, Herederas Rebeldes" y "Red Muchacha”, entre otros, que han aportado en visibilizar el trabajo de muchas creadoras en tantos rincones de Chile y además buscan generar un espacio seguro para ejercer sus labores en la industria.

Si de menciones honrosas se trata, no se puede sino destacar el gran aporte de La Matria Fest impulsada por Mariel Mariel, una instancia que surgió en el año 2017 para hacer frente a la escasa participación femenina en ciertos eventos y que se ha encargado de reunir año a año, a diversas mujeres músicas de distintos puntos de Latinoamérica, para cantar contra la violencia machista y el patriarcado y que además a puesto a disposición un nutrido canal de YouTube con conversatorios y podcast al respecto.

Ruidosa también se ha hecho notar con su festival, como un espacio que desde 2016 celebra las voces de mujeres y disidencias en la música e industrias creativas. Este año, sorprendieron con el lanzamiento del podcast Ruidosa Radio #MujeresQueHacenRuido, conducido por la artista y fundadora de Ruidosa, Francisca Valenzuela.

Sintética TV también ha dado de qué hablar. La plataforma difunde sesiones en vivo de artistas latinoamericanos emergentes, con un énfasis en las disidencias. Y en tanto, el Festival Udara, encuentro de Mujeres y Rock, celebró su quinta versión este año con una parrilla musical con más de 30 proyectos con presencia femenina de Chile y de países como Argentina, Perú, Bolivia, Colombia y España.

Este 2020, vio la luz el Sello T3MPLUM, que convoca solo a proyectos femeninos y reúne a artistas consagradas e independientes de la escena chilena, como Dindi Jane, Mariana Montenegro, De Lein, Ana Sofia, Inad y Martina Petric.

La música es un medio noble y poderoso. Tiene la hermosa capacidad de movilizar, de ser acompañante de procesos sociales y de ser voz multiplicadora y no se puede ir el 2020 sin que reparemos en algunos lanzamientos que han puesto a las mujeres en el centro.

Según datos de la ONU en América Latina y el Caribe, al menos 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física o sexual en algún momento de su vida y solo este año producto de la pandemia, hemos sido testigos del aumento de la violencia doméstica; se han perpetrado 54 femicidios en nuestro país, según la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres. Cifras que hablan por sí solas y nos enrostran que no será posible erradicar el femicidio, en tanto no sean erradicadas las distintas prácticas patriarcales arraigadas en nuestra sociedad y cultura.

En esa tarea, resulta fundamental que la música continúe siendo un agente visibilizador para lograr un mundo libre de violencia para las mujeres y niñas. Para la pandemia del Covid-19 hay vacuna, para la pandemia del machismo hay canciones.