Con cada Año Nuevo, parece ser imposible perderse un show de pirotécnica en celebración. Sus impactantes colores y fuerza dejan a miles encantados y emocionados con el espectáculo. Sin embargo, muchas mascotas, como perros y gatos, sufren cada año con los efectos de los fuegos artificiales.
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Animales como perros y gatos sufren cada Año Nuevo por los ruidos de los fuegos artificiales. Y es que el espectáculo que causa emoción en los humanos, afecta de gran manera a estas mascotas por su agudo sentido de la audición, que supera con creces a la de los humanos.
Pero no son tan solo estas mascotas, y es que el ruido puede afectar a personas con autismo o más sensibles a la contaminación acústica. Así mismo, animales silvestres, como caballos, pueden descontrolarse por el fuerte ruido que provocan los fuegos artificiales.
¿Cómo ayudar a mi perro o gato frente a los fuegos artificiales?
Se debe tener en cuenta que, tal como las personas, los animales difieren uno de otro. Es decir, cada mascota reaccionará distinto ante los efectos de la pirotecnia. Algunos de estos sufrirán por el fuerte sonido, alterándose o actuando con miedo, mientras que otros podrían no presentar grandes cambios frente al sonido.
Sin embargo, cada dueño de mascota desea prevenir que estos pequeños miembros de la familia resulten con secuelas o aterrados con este show de Año Nuevo. Por esto, la primera recomendación es a evitar a toda costa el uso de la pirotecnia, buscando la empatía con las criaturas más indefensas.
Se recomienda que los dueños acompañen en todo momento a sus perros y gatos mientras duren los show de fuegos artificiales fuera de su control. Y es que, debido al estrés, estos podrían escapar por el miedo, por lo que se aconseja cerrar las salidas que puedan facilitar su escape. Además, el sonido podría afectar su sentido de orientación, imposibilitando su regreso a casa.
En caso de no poder acompañarlo, se aconseja crear un espacio seguro para las mascotas. Es necesario tener un lugar específico para el animal que le brinde confort y tranquilidad, algo reconocido y alejado del sonido. Así mismo, la utilización de juguetes u objetos de distracción podrían ayudarlo a tranquilizarse.
Así, cualquier método que lo distraiga de lo que ocurre afuera podría tranquilizarlo. La ayuda de los dueños es vital, quienes podrían ponerse a su altura para demostrarle que no están solos, entregando un refugio a los animales. De todas formas, si las mascotas presentan antecedentes graves, se recomienda pedir la opinión experta de veterinarios.