Una investigación publicada en Science Advances, se encargó de estudiar un cuerpo femenino enterrado junto elementos que aparentemente parecían de caza. Estaba enterrado hace aproximadamente 9.000 años y fue encontrado en la región de las Américas, específicamente en el Altiplano Andino. Fue apodada Wilamaya Patjxa individuo 6, o “WPI6”, según información de la BBC.
Los investigadores la encontraron junto a una colección de piedras, identificadas como herramientas de caza. Entre estas habían puntas de proyectil, que, según los autores podrían haberse utilizado para cazar animales grandes. Además, había grandes huesos de mamífero alrededor de su tumba.
Los encargados del estudio también revisaron las tumbas que colindaban con la de la mujer y en ellas descubrieron que 27 de los esqueletos en los que se podía determinar el sexo, el 41% correspondían a mujeres.
¿Qué hizo el estudio para darse cuenta del sexo del cadáver?
Para determinar si los cadáveres corresponden a mujeres o hombres, se basaron en estudiar una sustancia llamada “péptidos” que se encuentra en los dientes y actúa como marcadora del sexo biológico.
Derribando al "modelo del hombre cazador"
Esta investigación derriba la hipótesis de la década de los 60, más conocida como el “modelo del hombre cazador”. Esta, sugiere que la caza, especialmente la mayor, fue realizada principalmente por miembros masculinos y se basa en diferentes evidencias.
Una de ellas es la que examina las sociedades de cazadores-recolectores recientes y actuales para tratar de comprender como pueden haberse organizado hace miles de años atrás. A raíz de esto se ha supuesto una división de trabajo por género, donde los hombres cazaban y las mujeres se quedaban en la casa o recolectaban frutas. Esto, influido también por la contextura de los seres masculinos y femeninos y el rol que se le asume a la mujer como madre.
Este nuevo estudio, viene a desacreditar estas ideas de los años 60 y se suma a algunos hallazgos arqueológicos anteriores. Por ejemplo, en el yacimiento de 34.000 mil años situado en Rusia, unos arqueólogos descubrieron las tumbas de dos jóvenes que probablemente uno de ellos pertenecía a una niña.
Ambos fueron enterrados con 16 lanzas de marfil de mamut, algo que probablemente eran herramientas de caza, según información de la BBC.
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Así también, otro ejemplo ocurrió en el año 2017, cuando se descubrió que la famosa tumba de un guerrero vikingo de Suecia, hallada a principios del siglo XX, no pertenecía a un hombre, sino que era de una mujer.