Una vez más, el presidente Brasil, Jair Bolsonaro, no deja indiferentes con sus dichos respecto a cómo abordar la pandemia del Coronavirus. Es conocido que el mandataria se ha mostrado desunido al actuar de las autoridades de salud del mismo país, después de calificar el virus como una simple gripe y por discrepar con las medidas de cuarentena preventivas puesto que el país no puede dejar de trabajar.
Esta semana, en un evento sobre el sector turístico, uno de los sectores más afectados con la llegada del SARS-CoV-2, Bolsonaro se mostró exaltado con el impacto económico del virus y aseguró que “la pandemia fue superdimensionada”, junto con adelantar que la prensa lo iba a condenar por sus palabras nuevamente.
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En Brasil la pandemia por Coronavirus ha pegado fuerte, dejando unos 163.000 muertos y 5.6 millones de casos de contagio.
“Les dijeron quédense en casa que la economía se recupera después y los hundieron a todos”, al tiempo que “esposaban y detenían a unas mujeres por ir a una playa” como “sólo ocurre en las dictaduras”, dijo en alusión a las medidas de prevención adoptadas por alcaldes y gobernadores en los tiempos más duros de la pandemia, según EFE.
También ironizó con la prensa diciendo: “ahora, esa payasada que tenemos por prensa, dice que el hambre nos amenaza de nuevo” en el país, desafiando los dichos de la UNESCO.
Luego habló respecto a los rumores de una segunda ola de contagios en su territorio: “Amenazan con la segunda ola. Hay que enfrentarlo. Es la vida. Tengo sentimientos por todos los que murieron (...) pero no hay cómo escaparse de la realidad. Hay que dejar de ser un país de maricas”.
Acto seguido volvió a cuestionar la decisión del Poder Judicial de Brasil de poner en manos de alcaldes y municipios las decisiones sobre cuarentenas, asegurando que no lo dejaron trabajar a él como gobernante.
Finalmente, el mensaje político de Bolsonaro acabó con las elecciones presidenciales de 2022 y haciendo un llamado directo a los empresarios, a quienes pidió ver "cómo la izquierda vuelve a ocupar el poder en varios países suramericanos, donde ahora aumentan los intereses y los impuestos y hasta se expropia”.
Según Bolsonaro, en las elecciones de 2022, “Brasil no puede ir otra vez hacia ese lado”.
