Un ciclo Lunar- el período en el que ocurren todas las fases del satélite lunar- se repite cada 29,5 días aproximadamente. Si coincide que la Luna llena se produce el primer o segundo día y el mes tiene 31 días, es entonces cuando es probable que aparezca una segunda. A esta, se le ha bautizado como “Luna Azul”.
En octubre, se pudo observar una Luna llena y a fines del mes se podrá observar otra. Este fenómeno se da cada 2,5 años y la última vez que ocurrió fue en marzo del año 2018. La Luna se verá más claramente cuando la noche del 31 esté totalmente oscura y el cielo despejado.
¿Por qué “Azul”?
El nombre de esta segunda Luna llena no quiere decir que se verá de color azul, sino que se remonta en la década de los 40 en el siglo XX, como lo explica la NASA.
Fue en esa época que la fuente más confiable en todo lo relacionado con el clima hace 200 años, Maine Farmer`s Almanac, ofrecía una definición de la “Luna Azul” muy difícil de entender. Es por esto que la revista “Sky & Telescope” publicó un artículo titulado “Una vez cada Luna Azul” en el que explicaban en un lenguaje más simple lo que significaba este fenómeno.
En él, se incorporó una cita de Maine: “La segunda (Luna Azul) en un mes, tal como yo la interpreto, se llama Luna Azul” y pese a que no era correcto, era más fácil de recordarla por ese nombre.
Pero… ¿Existen las Lunas de color azul?
La respuesta es que sí, pero se trata de aquellas que se ven después de una erupción volcánica. Esto debido a que con la fuerza de la erupción, se elevan hacia lo más alto de la atmósfera terrestre nubes de ceniza cuyas partículas hacen que se vea azul.
Te puede interesar: NASA anuncia plan para enviar a la primera mujer a la Luna
Esto ocurrió con el volcán “Krakatoa” de Indonesia en el año 1883 y también en México en el año 1983, tras la erupción de “El Chichón”.