La investigación fue publicada en la revista Nature, pero en la misma ya se había publicado anteriormente este uso del veneno de abejas. Este descubrimiento dice que puede disminuir el crecimiento de las células cancerígenas.
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El estudio estuvo enfocado en determinados tipos de cáncer de mamas, dentro de los que se incluye el tripe negativo o TNBC. Este es un tipo extremadamente agresiva de cáncer con muy pocas opciones de tratamiento. Y sería este el tipo que mejores resultados tendría con el tratamiento de veneno de abejas.
Pero también se demostró la efectividad del veneno de abejas para otras terapias. Como el tratamiento de eccema y el melanoma además se conoce desde hace algún tiempo que tiene propiedades antitumorales.
Para hacer la investigación se probó el veneno de 322 abejas y abejorros. El componente que logró matar las células del cáncer de mamas es la llamada melitina. Y esta haría el trabajo en solo una hora, con muy poco daño al resto de las células no cancerígenas.
En un comunicado la autora principal de la investigación, Ciara Duffy, dijo que “esta es una observación increíblemente emocionante de que la melitina, un componente importante del veneno de abejas, puede suprimir el crecimiento de células mortales de cáncer de mama, en particular el cáncer de mama triple negativo”.
Además agregó que "este estudio demuestra cómo la melitina interfiere con las vías de señalización dentro de las células del cáncer de mama para reducir la replicación celular”. Y luego agregó que este es un muy buen ejemplo de cuando se pueden usar compuestos de la naturaleza para tratar enfermedades humanas.
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