En Australia es muy común encontrarse con ciertos animales en la carretera. Por lo mismo, no es novedad encontrarse con wombats en el camino, al costado de estas vías.
Tampoco es extraño que Emily Small los acoja si quedan huérfanos, enfermos o heridos, rehabilitándolos en su fundación para devolverlos a la naturaleza. Es una historia de su día a día.
Fue en 2002 cuando la chica fundó la organización. Se trata del orfanato Goongerah Wombat, el cual administra junto con su madre. En conversaciones con National Geographic, Emily cuenta que reciben entre seis a ocho wombats joeys al año. Generalmente son bebés huérfanos cuyas madres fueron atropelladas por vehículos.
Pero primero que todo, ¿qué son estos animales? Son unos robustos marsupiales son nativos de dicho país y de islas cercanas. Los tres bebés que encontró Emily están viviendo en su departamento en Melbourn, debido a las medidas de confinamiento que se implantaron debido a la pandemia del Covid-19.
Landon, Bronson y Beatrice quedaron huérfanos tras la catástrofe que ocasionó el incendio de Australia en enero y hacerse responsable de ellos no ha sido tarea fácil.
Así lo señala Small, quien cuenta que el cuidado de wombats vulnerables requiere mucho esfuerzo, ya que requieren atención ininterrumpida.
Bebés wombats y sus temperamentos
Cada uno de los tres animalitos que cuida Emily Small tiene una particular personalidad distintiva. Landon es el más joven (10 meses) y fue rescatado por una veterinaria a fines de marzo. Su cuidadora cuenta que tiene mucha energía:
"Se emociona mucho. Simplemente irradia de él y no puede controlar su energía, y luego llora o grita porque está muy feliz...".
Luego viene Bronson (11 meses), el cual fue encontrado en la bolsa (vientre) de su madre muerta por un transeúnte. De acuerdo a Emily, es el más tímido y más asustadizo de los tres. Cuando escucha un nuevo ruido o ingresa a un nuevo entorno, Bronson encuentra el camino de regreso a Small en busca de tranquilidad y seguridad.
Por último, la mayor es Beatrice (1 año), es lo que Small llama "una guerrera wombat independiente". También fue encontrada en la bolsa de su madre.
“Inicialmente, cuando llegó a ser atendida, se lanzaba, gruñía e intentaba atacarme", dice. Ahora que se ha acostumbrado a su nuevo entorno y es la "huérfana más dulce y gentil con un corazón alegre y confiado", puntualiza.