Es una tradición que los municipios de distintas ciudades de Holanda entreguen un regalo a quienes se convierten padres. En Ámsterdam, el municipio de la capital holandesa anunció que a partir de este año cambiarán su regalo: de una toalla fabricada en China, pasarán a plantar un árbol por cada guagua recién nacida en su ciudad.
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De acuerdo a las autoridades, la iniciativa supone "una alternativa sostenible" que también tiene una segunda opción, en caso de que los padres no estén de acuerdo con plantar un árbol.
En caso de que no compartan esta medida, los padres podrán optar por una manta hecha de algodón orgánico y desechos plásticos recogidos del mar.
Además, se confirmó que sea cual sea la opción que elijan, los padres también recibirán una tarjeta de felicitación del municipio que contendrá semillas para cultivar flores en el hogar.
La fundación holandesa Trees for All estará a cargo de plantar los árboles, los que idealmente dentro de las fronteras de la ciudad, aunque todavía no se sabe dónde y cómo se llevará esto a cabo.
La entrega de los nuevos regalos será a partir de septiembre.
En otras ciudades de Holanda se entregan otro tipo de regalos. En La Haya por ejemplo se obsequia una cigüeña de peluche y en Utrecht una prenda con la Catedral de San Martín.
