Es conocido que el alcance de los sentidos de un animal depende de la especie a la que pertenece y los ambientes en los que se ha desarrollado durante toda su vida evolutiva. Bueno, resulta que un reciente estudio determinó que los colibríes poseen una poderosa visión capaz de detectar la luz ultravioleta invisible para el ojo humano.
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El equipo de investigación, que incluía científicos de Princeton, la Universidad de Columbia Británica (UBC), la Universidad de Harvard, la Universidad de Maryland y RMBL, determinó que los colibríes pueden percibir una gama de colores presentes en la luz ultravioleta, la cual los ayuda a encontrar un mejor néctar, pareja y más información para escapar de sus depredadores.
Lo anterior se explica porque "mientras que la retina humana tiene conos de tres colores, que son sensibles a la luz roja, verde y azul, las aves tienen un cuarto cono que puede detectar la luz ultravioleta".
"Los humanos son daltónicos en comparación con las aves y muchos otros animales", dijo Mary Caswell Stoddard, profesora asistente en el Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Princeton. "Tener un tipo de cono de cuarto color no solo extiende el rango de colores visibles para las aves a los rayos UV, sino que también permite que las aves perciban colores combinados como ultravioleta + verde y ultravioleta + rojo, sino que esto ha sido difícil de probar", agregó Stoddard.
"Los colibríes son perfectos para estudiar la visión del color en la naturaleza. Estos demonios del azúcar han evolucionado para responder a los colores de las flores que anuncian una recompensa de néctar, para que puedan aprender asociaciones de colores rápidamente y con poca capacitación".
Además de eso, también existe una gama de colores presentes en el plumaje de los colibríes que puede ayudarlos a conseguir pareja.
El equipo de Stoddard estaba particularmente interesado en combinaciones de colores "no espectrales", que involucran matices de color. Para los humanos, el púrpura es el ejemplo más claro de un color no espectral, pues técnicamente, el morado no está en el arco iris: surge cuando se estimulan nuestros conos azul (onda corta) y rojo (onda larga), pero no los conos verdes (onda media).
Al hallazgo final al que llegó el equipo fue que mientras los humanos tienen el púrpura como color no espectral, las aves pueden ver teóricamente hasta cinco: púrpura, ultravioleta + rojo, ultravioleta + verde, ultravioleta + amarillo y ultravioleta + púrpura.