Robert Allen Zimmerman, o mejor conocido por su nombre artístico, Bob Dylan, años atrás, cuando solo era un joven de 25 años, estuvo a punto de perder la vida debido a un accidente en moto.
Por allá en 1966, en un día de verano (un 29 de julio para ser más exactos), el cantante de "Like a Rolling Stone" conducía su motocicleta, una Triumph 500, por Woodstock, lugar donde vivía en ese entonces.
Mientras conducía, detrás de él, lo seguía su esposa, Sara Lownds, en su auto, quien estaba embarazada. Fue en ese entonces cuando el cantante sufrió un accidente en moto. No se sabe a ciencia cierta de el porqué ocurrió. Entre algunas teorías están: que resbaló por culpa de un charco de aceite; que se le bloqueó la rueda; o que incluso el sol lo cegó, provocando que Dylan perdiera el equilibrio en la Triumph.
Por culpa del accidente, el músico se rompió una vértebra y quedó con varias contusiones en su cuerpo.
Esa anécdota no la cuenta dos veces y debido a este fatal momento, algo en su cabeza hizo clic:
"Eso me dejó fuera de combate un tiempo, y seguí sin sentir la gravedad del accidente hasta al menos un año después de aquello. Me di cuenta de que había sido un accidente de verdad en el sentido de que pensaba que me iba a levantar y a volver a lo que había estado haciendo hasta entonces, pero ya no podía", dijo.
En ese año, antes de que sucediera el accidente, su single "Like a Rolling Stone" estaba pegando en la industria de la música y era todo un hit. En este contexto, pasaba viajando para realizar giras y por tanto, no permanecía mucho en casa.
No obstante, dicha situación cambió totalmente: el accidente le ayudó a reflexionar. Y por esto, aprendió a valorar mucho más el tiempo que pasaba con su familia