Una de las características de los calamares y otros cefalópodos, es que pueden camuflarse muy bien con sus ambientes gracias a células que controlan cómo la luz refleja el cuerpo de su animal. El efecto es tan real que puede parecer que han desaparecido o que se han vuelto invisibles. Pues bien, al parecer esa cualidad ahora podría ser traspasada a los seres humanos.
Una investigación desarrollada por científicos de UC Irvine logró un desarrollo genético en el cual células humanas pudieron expresar las propiedades de dispersión de luz que permite el camuflaje de los calamares con elementos de su ambiente, como rocas o algas marinas.
Cuando las proteínas, llamadas reflectinas, se tomaron de un calamar y se introdujeron en las células embrionarias de riñón humano, las células pudieron mezclarse y camuflarse con su ambiente de la misma manera surrealista que un calamar.
"Aunque muchos animales han desarrollado la "transparencia" como forma de camuflaje, el desarrollo de una transparencia dinámica, es decir, que aparece y desaparece (que es controlable) en células y tejidos humanos vivos, ha sido difícil de alcanzar hasta la fecha", dijo Atrouli Chatterjee, uno de los investigadores que dirigió el estudio de esta investigación publicado en Nature Communications.
Los cefalópodos como los calamares han desarrollado una transparencia adaptativa que les ayuda a cambiar casi instantáneamente sus colores y patrones, manipulando la luz, convirtiéndose casi en invisibles.
"Estos animales pueden alterar dinámicamente la forma en que su piel transmite, absorbe y refleja la luz a través de la funcionalidad de componentes ópticos naturales únicos", explicó Chatterjee.
¿Hasta dónde llegó la investigación de los científicos de UCI? Pues ha crear algunos materiales de camuflaje -para humanos- que consisten en pegatinas con tecnología que funciona como las células de los calamares, para que los humanos estén lo más cerca posible de ser invisibles.