El fiscal general de EEUU, William Barr, anunció cargos penales contra la cúpula del gobierno venezolano, entre ellos el presidente del país Nicolás Maduro. El gobierno estadounidense acusa a Maduro de ser el líder de un cartel de drogas en colaboración con la exguerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Además, EEUU acusa a Maduro de haber recibido 5 millones de dólares por parte de las FARC cuando era canciller en el gobierno de Hugo Chávez el año 2006.
Los otros miembros del gobierno de Venezuela que también son acusados por Estados Unidos son Diosdado Cabello, alto cargo en el partido gobernante; Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ); y Vladimir Padrino, ministro de Defensa. "Es lo mejor que podemos hacer en este momento: hacer lo posible para que el pueblo de Venezuela pueda salir de esta gente", señaló el fiscal. Como recompensa por la captura de Nicolás Maduro, el gobierno estadounidense ofrece 15 millones de dólares.
Las reacciones desde Venezuela no se hicieron esperar. "El gobierno de Donald Trump vuelve a arremeter contra el pueblo de Venezuela y sus instituciones democráticas, utilizando una nueva modalidad de golpe de Estado sobre la base de acusaciones miserables, vulgares e infundadas que intentan minimizar el alto reconocimiento que posee Venezuela en la lucha contra el narcotráfico", señaló el canciller venezolano Jorge Arreaza, a través de un comunicado.
Además, representantes oficiales de Venezuela, Cuba, China, Corea del Norte, Irán, Siria, Nicaragua y Rusia redactaron una carta dirigida al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, reprochando la actitud de EEUU en medio de una pandemia y crisis mundial. "No podemos permitir que los cálculos políticos se interpongan en el camino de salvar vidas humanas. Este es un momento, como usted ha afirmado -una y otra vez-, no para fomentar el caos, sino para la solidaridad, la cooperación, y la prudencia", expresaron los líderes en el comunicado.
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