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Entre baterías: Conversación con Dave Grohl y Ringo Starr

En conversación con Rolling Stone, Ringo Starr y Dave Grohl hablan de sus papeles como bateristas de dos bandas que marcaron a sus generaciones.

Maximiano Alarcón |

Ringo Starr y Dave Grohl se conocen desde el 2013, cuando Dave dio un discurso en el lanzamiento del primer libro de fotografía de Ringo. Luego de eso, Starr quizo compensar sus palabras dándole una sesión de fotos a Foo Fighters. Hoy son lo suficientemente amigos para hacer lo siguiente: entrar en una bañera juntos (vestidos, no da para tanto) y conversar juntos sobre su carrera.

Rolling Stone realizó esta esta entrevista/conversación que reúne a dos grandes de la historia de la música. Ambos tienen mucho más de lo que creen en común. Ambos fueron bateristas de bandas que definieron a su generación, y luego se reinventaron como líderes de sus propios proyectos musicales. Mientras Grohl es director, Starr es actor y fotógrafo. Además, ambos perdieron a un compañero y amigo de banda por una tragedia.

Hoy, conversan sobre su rol como bateristas, su experiencia frente a la pérdida de Kurt Cobain y John Lennon, y sus inicios y consejos en la música.

Ser baterista

GROHL: Yo pienso que la señal de un buen baterista es que se sepa quién es el baterista en ocho compases de una canción. Creo que ese es el objetivo. Pienso que mucho tiene que ver con haber sido autodidacta, porque hacías lo que te salía naturalmente, no estabas limitado por nada. Hasta el día de hoy, cuando estamos en el estudio -y estoy seguro de que esto pasa en cualquier grupo del mundo, cuando quieren ese arreglo específico-, dicen: "Hey, mete algo de Ringo".

STARR: Bueno, ese es un gran elogio, viniendo de ti, Dave. Es que no saber realmente me ayudó mucho. Desde el principio, tenía la batería armada para un derecho. Me senté, y no me importó ser zurdo. Así que yo hacía lo que podía, como zurdo, lo que al final fue genial para mí, porque desarrollé mi propio estilo. Y el estilo era: siempre tardo un par de segundos antes de meter un fill. Con la derecha, lo único que hago es escribir. Al golf juego con la zurda.

GROHL: (Risas) Eso seguro significa otra cosa.

STARR: "Oh, ¿sabías que Ringo juega al golf con la zurda?". "¡Ooh! Pensé que ya había dejado esa mierda".

Me sorprendiste cuando fuimos a esa fiesta antes de los Grammy (en 2016). ¿Con quién estabas tocando? ¿Con Beck?

GROHL: Sí.

STARR: Porque en general... yo le decía a Zak (su hijo): "No tienes que tocar todos los tambores". Pero tú sí tienes que tocarlos todos, es tu forma de tocar. Y esa noche tocaste más tranquilo, y nunca te había escuchado tocar así, fue hermoso.

GROHL: Gracias. Gracias, Ringo.

STARR: Yo esperaba más (golpea furiosamente la mesa).

GROHL: Cuando era chico yo aprendí a tocar escuchando a los Beatles y mucho rock & roll viejo, y así entré en el groove antes que en cualquier otra cosa. Por más que me gustara el punk más loco, y cosas más rápidas, para mí lo más importante eran siempre la onda, el ritmo, o la simplicidad de una canción, la idea de hacer que todo el mundo se mueva.

STARR: Yo siempre pensé que lo que hacemos nosotros es eso: los bateristas sostienen el ritmo. Nunca tapo la voz. Si alguien está cantando, no necesitas "Drum Boogie" (el standard de Gene Grupa de 1941). Y jamás hago solos; nunca disfruté de los solos.

GROHL: Bueno, me acuerdo de que ya hablamos de esto. Creo que estábamos hablando de ensayar...

STARR: Yo nunca ensayo (risas).

GROHL: ¡Yo tampoco! No me gusta tocar solo. Solo toco cuando hay música.

STARR: Yo puedo tocar contigo toda la noche, pero solo, después de dos segundos y medio, pienso: "Ugh. No es así". Cuando hago recitales, y la gente me presenta a sus hijos de siete años: "Este es Tommy. Él te ama, y está tomando clases de batería". Yo siempre digo: "Espero que no tome demasiadas".

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Lennon y Cobain

Ringo, ¿qué te pareció cuando escuchaste Nirvana?

STARR: Absolutamente genial, y el tipo (Kurt Cobain) tenía tanta emoción. Eso era lo que me encantaba. Soy un tipo muy emotivo. Nadie puede cuestionar a Nirvana, jamás. Y nadie sabía que él terminaría como terminó. No creo que nadie que haya escuchado su música podría cuestionarlo con coraje, porque él tenía coraje.

No sé la historia final, y no es solo sobre él, perdemos a mucha gente en este negocio cuando todavía es joven. Y uno piensa: "Qué difícil debe haber sido". O sea: "¿Por qué no me llamaste?". Nunca se sabe. Es el famoso síndrome de los 27 años. Mucha gente se fue a los 27, como si el número tuviera algo. Quizás es como lo planeó Dios, no lo sé.

Cuando se fue John, yo estaba en las Bahamas. Estaba hablando por teléfono con mis hijastros en L.A., y me dijeron: "Le pasó algo a John". Y después me llamaron y me dijeron que había muerto. Y yo no sabía qué hacer. Se me siguen llenando los ojos de lágrimas de que un hijo de puta lo mató. Pero yo dije: "Necesito un avión". Me subí a un avión a Nueva York. Fuimos al departamento. "¿Hay algo que podamos hacer?". Y Yoko dijo: "Bueno, jueguen con Sean. Distraigan a Sean". Y eso fue lo que hicimos. Eso es lo que uno piensa: "¿Qué hago ahora?".

Algo interesante es que este año, este tipo Jack Douglas, el productor, me trajo un track de John ("Grow Old with Me", de los demos de Lennon de 1980, Bermuda Tapes). Yo nunca lo había escuchado. Así que él sigue en mi vida. Y está en el disco nuevo. Pero la razón por la que me dio el CD fue que, al principio de la cinta, John dice: "Oh, esta sería genial para Richard Starkey".

GROHL: Wow, ¿nunca habías escuchado eso?

STARR: Me largo a llorar cada vez que lo pienso: está hablando de mí. Dice (imita a Lennon): "Hey, Ringo, esta sería genial para ti". Y no me puedo aguantar. (Se ahoga). Me emociona ahora pensar en él hace 40 años hablando de mí en esa cinta, pensando en mí. Nosotros cuatro éramos muy amigos, más allá de las cuestiones secundarias. Y era una locura. Así que, bueno, yo no sabía qué hacer. Y después volví a L.A., y lloré, y después, por supuesto, uno atraviesa el duelo.

Lo mismo con George. (Tiene los ojos llorosos; le tiembla la voz). Soy un bebé llorón. Hace no mucho tiempo, él estaba ahí, todo enfermo. Y yo tenía que ir a Boston, porque iban a operar a mi hija. Así que dije: "Bueno, me tengo que ir, George", y él me dice: "¿Quieres que vaya contigo?". Entiéndanme: él se moría en cualquier momento. "¿Quieres que vaya contigo?". ¿Cuánta gente te dice cosas así, entregándose verdaderamente?

Dave, en las pocas oportunidades en las que tocaste canciones de Kurt después de su muerte, ¿te ayudó a procesar su pérdida?

GROHL: Bueno, cuando se murió Kurt yo me di cuenta de que no hay una forma correcta de hacer el duelo. Tiene sus vaivenes inesperados. En un momento no sentís nada. Después te acuerdas de las cosas buenas, después de las épocas oscuras. Yo me alejé de la música durante un tiempo. No podía ni prender la radio. Y después, finalmente, me di cuenta de que la música era lo único que me hacía sentir mejor. Y la música me iba a ayudar a atravesarlo. Así que empecé a componer canciones y a grabarlas yo mismo.

Además, es difícil cuando uno de tus amigos, alguien muy cercano, en la vida real, se transformó en algo más que un ser humano para mucha gente. Das una entrevista y alguien te pregunta cosas que son muy personales y que no le preguntarías a un extraño.

STARR: Sí, sí.

GROHL: "¿Cómo te sentiste cuando se murió tu hermano?" "¿Cómo te sentiste cuando se murió este pariente?". No es algo que le preguntas a alguien que acabas de conocer. Por eso para mí durante un tiempo fue difícil, pero me di cuenta de que era importante para mí seguir con la vida, y lo que me salvó la vida fue la música. Más de una vez antes de eso, la música me salvó la vida.

En los últimos 26 años, no toqué esos temas de Nirvana más que un par de veces. De algún modo, están prohibidos, desafortunadamente. Hubo un par de veces -en el Rock & Roll Hall of Fame, en un recital hace más o menos dos años- que los tocamos. Y se siente raro, porque siento que estoy de nuevo con mis amigos de la banda, pero hay algo que falta. Una vez grabamos una canción con Paul McCartney: yo, Pat Smear, y Krist Novoselic. Y para mí fue un viaje, porque éramos otra vez los tres tocando; las cosas encajan. Es sencillo. Un par de compases, y era Nirvana, cuando Krist y yo tocábamos juntos. Nadie más tiene ese sonido. Así que durante los primeros minutos, tocando con Krist y Pat, era como un sueño. Después me di cuenta: "Oh, un momento, también está Paul acá".

Ringo en la Fábrica

STARR: En Liverpool, cuando éramos adolescentes, hacíamos todo lo posible para no ir al ejército. Para salvarme de eso, terminé trabajando en los trenes. Después conseguí trabajo en una fábrica. Mi primera banda fue en la fábrica, con el tipo que vivía al lado, Eddie Clayton, un guitarrista muy bueno. Y yo desde los 13 quería ser baterista, y mi amigo Roy (Trafford) se hizo un bajo casero con una caja de té, un palo y una piola, y así arrancamos con el skiffle.

GROHL: Pero tú no tenías ninguna formación.

STARR: No. Y tocábamos en el sótano para los trabajadores en el almuerzo. Si alguna vez tocaste en una fábrica, sabes bien que es algo que te hace crecer. Te gritan: "Váyanse". Nada de: "Muy bueno, chicos". Sí, así empecé, y después metimos a otra gente en la banda... y después me pasé a Rory (Storm and the Hurricanes), que era rock puro. Fue una gran época para mí, y era una banda bastante grande en Liverpool. En 1960, nos dieron trabajo tres meses en un campamento de vacaciones. Y dejé la fábrica, y toda mi familia trató de convencerme de que "la batería está bien como hobby, pero...".

GROHL: Oh, a mí me dijeron lo mismo (risas). ¿Cantabas canciones en los grupos anteriores a los Beatles?

STARR: Sí, con Rory. Cantaba "Watch Your Step" y "Alley Oop". En Alemania, los alemanes siempre decían: "Spielen 'Alley Oop'". En Alemania entraron las sustancias, algo bueno. Mucho alcohol, por supuesto, pero también anfetaminas, y eso nos hacía tocar toda la noche.

GROHL: No tengo dudas. ¿Cuántos sets tocaban?

STARR: Al principio tres. Este tipo llamado (Bruno) Koschmider, que era el que contrataba a todos los grupos, tenía dos bares: el Bambi Kino y el Kaiserkeller, donde estaban los Beatles. Después cerró el Kaiserkeller y puso a los Beatles en nuestro bar, así que éramos las dos bandas en el mismo bar, y los fines de semana tocábamos 12 horas entre los dos grupos, compitiendo. Era puro rock & roll.

GROHL: Te pregunté si cantabas porque tu grupo, y corrígeme si me equivoco, parece el primer grupo en haber popularizado la idea del baterista que canta alguna de las canciones. ¿Pasaba eso antes?

STARR: Bueno, no. Yo ya lo hacía, así que no fue raro cuando empecé a hacerlo en los Beatles. Las primeras dos canciones que grabé con los Beatles fueron canciones de Carl Perkins, porque me gustaba ese tipo de rock fácil, y después buscábamos canciones de country, cosas así. Y después me empezaron a dar una canción. Empecé a componer. Y es interesante: empecé a componer mejor después de que nos separamos.

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