El pasado viernes 6 de diciembre se presentó Norah Jones en el Teatro Caupolicán ante más de 4.200 personas.
Con un considerable retraso de 20 minutos, la cantante estadounidense apareció en escena acompañada de una sobria y precisa formación. Piano, batería y bajo fueron los ingredientes que aderezaron una noche cuyo público también presentó un ánimo moderado.
La canción que inició el espectáculo fue Just a Little Bit, perteneciente a su último álbum Begin Again (2019). La respuesta de la audiencia fue cordial, pero no explosiva. Sin embargo, momentos más altos sí hubo: cuando Jones comenzó a cantar las primeras líneas de Those Sweet Words se escuchó la primera gran ovación.
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Punto aparte es la interacción que la artista norteamericana tuvo con la gente. Durante toda la extensión del recital, el diálogo fue casi nulo: no se dijo mucho más que "gracias" (en español, inglés e incluso en portugués).
La cantante ganadora de nueve premios Grammy terminó la primera parte de su show cantando Don't Be Denied, de Neil Young. La espera para el bis fue breve y trajo consigo My Heart Is Full, de su más reciente material, y fue además el final de una noche tranquila y, por sobre todo, llena de buenas canciones.