El adolescente de 16 años que fue procesado como sospechoso de haber participado en la quema de la estación Pedrero del Metro de Santiago el pasado 18 de octubre, quedó con internación provisoria en un recinto del Sename tras ser formalizado por el delito de incendio.
Según los antecedentes presentados por la Fiscalía este viernes, hay registros de video que ubican al menor en el lugar de los hechos lanzando un líquido que habría inflamado y avivado el fuego que se generaba al interior de una de las oficinas de la estación de la Línea 5.
Además, existe un informe de Bomberos que señala este sector como el foco en que en que se provocaron las llamas que terminaron afectando al resto del lugar.
También hay imágenes publicadas en Instagram que muestran al joven perteneciente a una facción de la Garra Blanca dando a entender que participó en el hecho, entre ellas, una foto en que celebra la quema de la estación.
El fiscal Omar Mérida detalló que "a partir de la indagación de esa red social se logra identificar a esta persona, luego se logran identificar las fotografías en las que aparece, y dar definitivamente con su identidad".
El abogado defensor del adolescente, Rodrigo Román, remarcó que "no hay ningún reconocimiento de parte de mi representado. A lo que hoy día hemos asistido es una pantomima"(la pantomima es una representación que se realiza mediante gestos y figuras, sin la intervención de palabras. El término proviene de un vocablo griego que significa “que todo imita”).
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"Este es un libreto ya conocido de la inteligencia policial, de la Fiscalía, que normalmente es arrastrada por la inteligencia policial. Y curiosa y sospechosamente, el fiscal que está a cargo bastante sabe de estos libretos y estos guiones. Él tiene una participación en el Ministerio Público que generalmente ha estado metido en este tipo de casos", denunció.
Por su parte, el juez a cargo de la audiencia acogió la petición del persecutor de que al acusado se le impusiera la internación provisoria, la máxima medida cautelar que se puede solicitar contra un menor de edad.
Así, el adolescente estará recluido en un centro del Sename durante la investigación, para la que se determinó un plazo de 40 días, y arriesga una pena que podría partir en los cinco años y un día de cárcel.