Casi desde el día siguiente de la muerte de John Lennon, tiroteado en la entrada de su casa de Nueva York, aparecía en la pared de una calle de Praga un mural rodeado de numerosas pintadas e inscripciones de admiradores y fans del genio.
Es el Muro de John Lennon, un lugar de obligada peregrinación para todos los que viajan a la capital checa y que ha tenido una historia tan curiosa como convulsa.
Lennon contaba con una numerosa legión de admiradores en Europa Central y Oriental durante los años 70, convirtiéndose en todo un icono de la libertad, por lo que este lugar se mantuvo como un tributo hacia él.
En 2014, olvidados ya los tiempos en los que los operarios del ayuntamiento de Praga borraban las pintadas del Muro de Lennon, un buen día este amaneció pintado de blanco y con una sola inscripción en él: Wall is over, “el muro se ha acabado”. El juego de palabras con el famoso lema War is Over del músico de Liverpool no resultaba gracioso.
¿Quién había cometido aquel ultraje?
Se traba de la acción de un grupo de artistas que se hacía llamar Prague Service. Su controvertido argumento era el siguiente: 25 años después de la Revolución de Terciopelo era necesario vaciar el muro para que fueran las nuevas generaciones quienes llenaran el muro con nuevos mensajes.
El muro se volvió a llenar, pero como ocurre muy a menudo con el arte callejero muchos han hecho rallados y graffitis que no van con el tono. Es por eso que ahora se comenzará a restaurar.
Restauración del mural de Lennon
La Orden de los Caballeros de Malta, quienes son propietarios del sitio, planea restaurar el muro y prohibir el uso de sprays.
“Nos prometieron instalar cámaras de seguridad en el lugar, concienciar a la gente y cooperar con la Policía de Praga y la Policía Checa”, fue lo declarado por Karolína Peake, de la Asociación de Propietarios de Bienes Raices de Praga 1.
Las autoridades del barrio Praga 1 también se han comprometido a ser más activas en el asunto. Quieren lanzar una campaña para concienciar a los turistas de que cierto comportamiento no es aceptable para los locales.
La restauración de la pared y la instalación de cámaras de seguridad para evitar que se continúe dañando el mural tendrá una inversión de unos 20 mil euros.
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