El triunfo de la selección femenina de fútbol estadounidense no solo trajo reconocimiento en el área del deporte, sino que han regresado a su país convertidas en símbolos feministas, dispuestas a hablar de temas contingentes y criticar al Presidente Trump.
La selección de EE.UU. se declaró triunfadora este domingo en el Mundial de Fútbol Francia 2019, luego de un contundente 2-0 contra los Países Bajos, convirtiéndose en su cuarta victoria en una copa del mundo.
Es por eso que fueron invitadas a distintas ceremonias en honor a ellas: desfilaron por Nueva York y han sido convocadas al Capitolio por la presidenta de la Cámara. A la Casa Blanca no han sido invitadas por los dichos de sus jugadoras.
Icono feminista
La más polémica ha sido Megan Rapinoe, capitana de la selección y mejor jugadora del torneo, quien ha arremetido en contra del presidente Donald Trump y se niega ir a la Casa Blanca.
"Su mensaje excluye a las personas. Usted me excluye a mí, excluye a las personas que se parecen a mí, excluye a las personas de color, excluye a los estadounidenses que quizás lo apoyan". "Usted tiene una responsabilidad increíble como jefe de este país de cuidar de cada persona y necesita hacerlo mejor por todos", declaró para CNN una vez terminado el campeonato.
Pero esto también se relaciona con sus dichos previos al triunfo: "No iré a la puta Casa Blanca, no vamos a ser invitadas, no tengo dudas", dijo Megan Rapinoe, aludiendo que su el discurso del Presidente segrega a las personas como ella, que es lesbiana.
Este ha sido el primer tópico que ha visibilizado la selección femenina, ya que muchas de sus jugadoras y la entrenadora han declarado abiertamente que son lesbianas.
Brecha salarial
Otro tema que ha denunciado Rapinoe y que fue una de las principales polémicas del torneo, es la falta de igualdades entre hombres y mujeres en el fútbol donde ha sido clara: “No creo que la FIFA nos tenga, en general, el mismo nivel de respeto que tiene hacia los hombres", dijo Megan Rapinoe, un día antes del crucial partido.
Un claro ejemplo sobre esto es la situación de la norteamericana Alex Morgan. La futbolista mejor pagada del mundo, suma ingresos de 2,7 millones de dólares, contando auspicios, mientras que Lionel Messi o Cristiano Ronaldo superan los 100 millones.
La capitana, Rapinoe, se ha convertido en un ícono feminista, y en una de las ruedas de prensa posteriores a la victoria en Francia dijo que su “equipo está cambiando el mundo a nuestro alrededor, algo que produce un increíble gozo”.
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