La Isla Henderson, ubicada en el Pacifico, hoy ahoga una envidiable ecología por la masiva llegada de residuos plásticos por el mar. Los científicos ya no saben cómo frenar esta situación.
Ubicada a medio camino entre Nueva Zelanda y Perú – que se separan por unos 5.500 kilómetros de distancia – y perteneciente una colonia británica, esta isla reúne una de las mayores concentraciones de plástico en el mundo.
“Hemos encontrado residuos procedentes de casi todas partes”, explica Jennifer Lavers, una investigadora de Australia que el mes pasado llevó a cabo una expedición a la isla.
Debido a las corrientes oceánicas, “había botellas y latas, todo tipo de material de pesca y los residuos venían del país que usted quiera, de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Chile, Argentina, Ecuador”, afirmó.
A pesar de que Henderson es un atolón (isla coralina oceánica), donde suelen no tener gran variedad de especies, esta isla es una excepción ya que posee gran diversidad por lo que en 1988 fue inscrita como patrimonio mundial de la Unesco por su “valor universal excepcional”.
La científica Jennifer Lavers llevó a cabo su primera expedición a la isla en 2015 y detectó 700 fragmentos de plástico por metro cuadrado, la concentración más elevada del planeta.
“Estábamos desayunando y veía como el océano traía boyas, trozos de cuerda y residuos”, explica la investigadora.
Según ella, que prepara nuevas expediciones a Henderson entre 2020 y 2021, esta experiencia demuestra que limpiar las playas no es una solución a largo plazo. “Esto ilustra la necesidad de cerrar el grifo” asegura y pide que se restrinja todavía más el uso del plástico de un solo uso en el mundo.
Actualmente se ha creado una cuenta de Instagram llamada henderson_beach_clean que busca concientizar a la población sobre esta pequeña isla, pero la zona más contaminada por plástico en el mundo.
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