El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vuelve a estar en el ojo del huracán, luego de ser acusado de racista por el ataque verbal a cuatro congresistas de minorías étnicas; un legislador negro de Baltimore y un activista de los derechos civiles. Ahora él se defiende.
Desde mediados de julio comenzó esta guerra retórica, en la que Trump ahora declara que se considera “la persona menos racista del mundo”.
Además, el presidente aclaró que “la gente afroamericana está encantada con mi desempeño”, incluso ha asegurado que la comunidad de esta etnia lo ha llamado a la Casa Blanca para felicitarlo.
Sin embargo las encuestas muestran que posee de una escasa popularidad en esa división demográfica.
Recordemos que hace algunas semanas se refirió a la ciudad de Baltimore como “un desastre asqueroso, infestado de ratas y roedores”, aseverado que es el peor y más peligroso lugar del país.
Los dichos recibieron condena inmediatamente por parte de los demócratas que lo tildaron de racista, debido a que Baltimore es mayoritariamente de raza negra.
Esto, además, fue directamente al legislador demócrata de la ciudad, Elijah Cummings, que investiga a la familia presidencial.
Esto sumado a lo ocurrido con las congresistas de minorías étnicas y el activista defensor de los derechos civiles.
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