En una medida inédita, un cine de San Paulo, en Brasil, abrió sus puertas a unos 180 perros para ver la película "Mis huellas a casa" (A Dog’s Way Home) junto a sus dueños.
La sala del cine, con 250 asientos, se llenó por completo, aunque antes hubo que adaptarla con fundas y alfombras para recibir a las decenas de mascotas.
Sentados en los pasillos, algunos en butacas y otros arriba de sus dueños, los perros disfrutaron de la película del director estadounidense Charles Martin Smith, que cuenta la historia de una perrita que recorre más de 600 kilómetros en busca de su dueño.
La organización del evento no fue fácil, ya que los asistentes tenían que acceder a la sala por dos ascensores, lo que provocó imágenes graciosas con las personas cargando en brazos a sus mascotas, recoge El Mostrador.
También se repartieron bolsas de plástico para que los perros pudieran hacer sus necesidades y la sala no fuera estropeada.
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