Es sabido que la vida de un músico de rock está muy ligada a distintos vicios que pueden estar cerca. Uno de ellos es el cigarro por ejemplo. En ese sentido, Slash no era la excepción. Tanto que ha dicho que podía fumarse unos 60 cigarrillos diarios.
Siempre con un cigarro en sus presentaciones, la propia madre de Slash murió por cáncer de pulmón pero eso no lo alejó de su adicción. Fue ahí que comenzó a probar tabaco masticable y otras opciones. Pero no funcionó ninguno.
Hasta que, obligado por su esposa de aquel entonces y unos amigos, fueron a un concierto de Cher en 2009. Para Slash no fue nada divertido ya que no le gustaba nada Cher, por lo que salía una y otra vez del concierto para salir a fumar. Fueron tantas las veces que estuvo afuera que terminó sufriendo una neumonía. Ahí fue la última vez que tomó un cigarro.
Desde entonces, Slash dijo que él mismo se había convencido de no fumar más, pero Cher lo llevó a un punto donde se volvió loco. Así que ese odio por la cantante californiana, ha llevado a que el guitarrista de la eterna melena lleve casi 10 años sin fumar. A darle las gracias a Cher, Slash.
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