El general director de Carabineros, Hermes Soto, explicó que no renunció al cargo, pese a lo solicitado por Sebastián Piñera, por la valoración que tiene de su trabajo al mando de la policía uniformada y las acciones que tomó en el contexto del asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca, durante un operativo del GOPE.
Soto aseguró que sólo saldrá del puesto cuando concluya el proceso iniciado por el presidente “por el cariño a la institución” y porque considera que estaba “desarrollando un trabajo importante”para reconstruir la confianza perdida en Carabineros. Afirmó que había “logrado grandes metas” y planteado grandes objetivos.
En específico al caso Catrillanca, el todavía jefe de la policía uniformada dijo que tomó todas las medidas necesarias, como dar de baja a los carabineros que participaron del procedimiento y mintieron en sus primeras declaraciones, así como a los oficiales responsables.
“Creo haber actuado en forma veraz inmediata y como correspondía”, dijo.
Soto dejará el cargo cuando se cumplan todos los pasos previstos para el decreto presidencial fundado firmado por Piñera: la toma de conocimiento del Congreso y luego la revisión y visado de la Contraloría en un plazo máximo de 15 días hábiles.
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