En décadas pasadas, los daños del cigarro no eran conocidos, menos percibidos, por las personas asiduas a los encuentros sociales. En la década del 50 era particularmente habitual fumar en practicamente cualquier ámbito, sobre todo por el aire de distinción que entregaba en eventos, citas, reuniones o simplemente caminar por la calle.
En una edición de 1959 de la revista Caper Magazine, el psicoanalista Dr. William Neutra formula un análisis respecto de las maneras en que las personas deciden –conscientemente o no– sujetar su cigarro entre las manos.
La hipótesis principal del doctor es que el método que un individuo usa para sostener el cigarrillo expone sus rasgos de personalidad, estados de ánimo e inseguridades.
¿Quieres saber cuáles fueron sus conclusiones? Aquí las dejamos foto por foto.
1. Definido por Netra como un “manierismo femenino“, el gesto es reflejo de inseguridad y temer de perder. Habla de una persona dependiente, que se aferra como pegamento a las cosas o a las personas.
2. Persona que está aburrida con quien tiene al frente. Quien está fumando deben concentrarse en la punta del cigarro para evitar bostezar.
3. El Dr. Neutra afirma que esta manera de sujetar el cigarro es sinónimo de una persona intelectual y contemplativa.
4. Esta persona es generalmente poco confiable, débil, difícil de vivir e inclinada a la mentira excesiva
5. Individualista y muy tenso, a veces demasiado directo, inclinado a la obstinación.
6. Persona bien conocido que disfruta de la buena vida.
7. Persona atrevida, calculadora a quien literalmente le gusta "jugar con fuego".
8. Un soñador, siempre pegado en una tangente.
9. Muy pesimista, excesivo en la cautela empresarial.
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