Actualmente las críticas en contra del hábito de fumar van más allá de los daños que esto provoca a la salud humana.
Esto, porque el tabaquismo estaría generando graves consecuencias ambientales en vista a las infinitas colillas de cigarrillo que van a dar al océano.
Investigaciones recientes indican que ni las pajillas, ni las bolsas plásticas son tan contaminantes como los son las colillas de cigarrillos, Es por esto, que las organizaciones ecologistas están concentrando sus esfuerzos en combatir este elemento.
Científicos de la Universidad Estatal de San Diego, han fundado una organización llamada Cigarette Butt Pollution Project, que se dedica específicamente a promover la erradicación de desechos de cigarrillo.
Según datos aportados por esta entidad, cada año, 5,6 billones de cigarrillos son vendidos en el mundo y al menos dos tercios de ellos son desechados en calles, parques, playas y fuentes de agua en general.
El escenario es desalentador, más si tenemos en cuenta que los materiales de los filtros están hechos de acetato de celulosa, un tipo de plástico que demora más de una década en descomponerse por completo.
Los esfuerzos de la industria deberían ir en pos de crear colillas biodegradables, pero mientras eso no pase, los fumadores deben tener en cuenta que son parte activa de este desastre medioambiental.
Para tomar en cuenta, al menos...
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