Cerca de dos semanas estuvieron atrapados 11 niños y su entrenador en la cueva Tham Luang al norte de Tailandia, y fueron el foco de un rescate que dio la vuelta al mundo y nos hizo recordar el impactante rescate de los 33 mineros en nuestro país.
Después de varios días en el hospital de Chiang Rai, en que fueron atendidos por médicos y un preparado equipo siquiátrico los dieron de alta. Estuvieron también estabilizándolos y preocupados de que ganaran peso, porque estaban muy desnutridos.
Contacto con el mundo
Esta mañana se transmitió por cadena nacional en Tailandia una conferencia de prensa para calmar las ansias de la prensa por tomar contacto con los niños afectados.
Todas las preguntas que les hicieron pasaron por la previa aprobación de un grupo médico siquiátrico y las respuestas, a pesar de ser de los niños, también pasaron por una revisión.
Ahora compartimos contigo algunas de sus declaraciones más impactantes.
"Algunos niños aseguraban conocer otra salida, pero estaba muy lejos y había riesgo de perdernos. Decidimos esperar en la zona segura y alta hasta que alguien nos encontrara", señaló el entrenador Ekkapol Chantawong, que fue el que más habló durante la conferencia. "Intentamos cavar usando piedras para buscar una salida, pero no era suficiente. Pensamos que no podíamos esperar a las autoridades".
Uno de los niños dijo que el alimento era el principal problema: "Llenábamos el estómago con agua".
"Bebimos el agua que caía de las rocas", relata otro de los niños del equipo.
En relación al rescate dicen que fue milagroso, y así relatan el momento en el que vieron a los primeros buzos.
"Fue como un milagro. La primera pizca de esperanza", dijo Adul Sam-On, de 14 años y agregó que se sorprendieron porque no eran tailandeses.
"Pasó en la tarde. Escuchamos a gente hablando. No sabíamos si era una alucinación. Nos callamos y nos dimos cuenta que era real", dijo otro de los niños rescatados.
Además varios agregaron que el momento del rescate fue difícil porque ya no tenían fuerzas.