Penka es una vaca de la localidad de Kopilovtsi, Bulgaria, que provocó un problema diplomático luego de que en mayo pasado cruzara sin documentos la frontera con Serbia
El animal fue visto por un granjero que la identificó por su insignia y conocía a su dueño, por lo que intentó devolverla a Bulagaria. Sin embargo, Penka fue retenida en la aduana, ya que como Serbia no pertenece a la Unión Europea, debía ser examinada por un veterinario, al ser considerada una mercancía importada.
Además, las autoridades búlgaras se percataron que Penka estaba preñada, por lo que recomendaron sacrificarla con el fin de evitar la posible entrada de enfermedades a la región, según indica El País.
Esto provocó una gran polémica en la opinión pública que pedía no matar al animal al considerar sin sentido la decisión de las autoridades de Bulgaria.
“Han demostrado ser unos burócratas insensibles, para quienes los animales son solo números y no seres vivos”, dijo Yavor Gechev, vocero de Four Paws, asociación animalista que inició la campaña en Change.org para salvar a la vaca.
Finalmente las autoridades búlgaras anunciaron que Penka no iba a ser sacrificada, luego que los exámenes indicaran que estaba completamente sana y no significaba un riesgo para la Unión Europea.
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