En promedio, los chilenos y chilenas producimos un kilo de basura al día. El 11% de esos residuos es plástico.
Las alertas sobre el efecto que este material está produciendo en el planeta son evidentes; ballenas han muerto producto de ingerir toneladas de basura y las organizaciones ambientalistas aseguran que en unos años más, habrá más plástico que animales en el mar.
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En ese contexto, es que un grupo de estudiantes de la Universidad de Santiago pensaron en enfrentar el problema desde la innovación.
Bioplásticos
Fernanda Ramírez, tecnóloga en Diseño Industrial de la USACH, es la cabeza de esta iniciativa. Aseguró que querían trabajar con especies de bioplásticos, materiales que puedan reemplazar al plástico pero que su tiempo de degradación fuera mucho menor.
Así fue como nació la idea de trabajar con Skålen, materia prima que proviene de minerales. A esto, le agregaron residuos de alcachofa y lograron que el resultado fuera una especie de plástico que tarda apenas 4 a 5 meses en degradarse. Lo mejor: sirve como abono para suelo y plantas, es decir, no genera basura.
“Probamos con la alcachofa por la fecha en que realizamos la tesis (junio a septiembre), ya que es la hortaliza que se produce en ese periodo y la cual tiene un volumen de desecho del 70%. Aún así, estamos estudiando nuevos residuos para obtener una producción anual de los envases”, dijo Fernanda a La Tercera. ¿Qué tal?