Es usual ver papeles en árboles y murallas con leyendas de perros o gatos perdidos por la ciudad. Sin embargo, encontrarse un aviso de drone perdido, ofreciendo recompensa, no es algo que vemos todos los días.
Diego Castro, tiene 36 años y la noche del 7 de abril perdió el rastro de su drone desde una terraza de un departamento en Providencia. Apenas un mes le duró su nuevo amigo y le costó alrededor de mil dólares.
Un drone guacho
Este joven ofrece recompensa a quien encuentre y le devuelva su drone. La razón: nadie quiere un drone huacho. Según Diego, existen dos alternativas si te llegas a encontrar con uno de estos aparatos. Comprarle los implementos para poder ocuparlo ($200.000 aproximadamente) o venderlo (difícil si no tienes el resto del equipo).
En cuanto a montos, el dueño del drone perdido no se apresura, prefiere conversar directamente con quien lo encuentre.